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México México · Puebla
Voto de wraparty:
10
Thriller. Western. Drama. Acción Toby (Chris Pine), un joven padre divorciado, y su impulsivo hermano Tanner (Ben Foster), un expresidiario recién salido de la cárcel, se dirigen al Oeste de Texas para realizar una serie de robos en unas pocas sucursales bancarias. El objetivo de Toby es intentar poder conseguir el dinero suficiente como para poder salvar la granja familiar, que está en peligro. Nada más cometer el primer robo, un veterano Ranger de Texas (Jeff ... [+]
17 de febrero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueve años después de que los hermanos Coen hubieran maravillado al público con la espectacular No Country for Old Men, aparece una película neo-western de excelente calidad. En esta ocasión, es el director escocés David Mackenzie (Starred Up, Perfect Sense) quien realiza un magnífico trabajo al presentar Hell or High Water. Valiéndose de un impecable guion escrito por Taylor Sheridan (Sicario), la cinta tiene lugar en Texas, un estado asolado por la carencia y la desesperanza provocadas por la incursión de grandes empresas en busca apropiarse de las tierras para explotar los yacimientos petroleros descubiertos recientemente. Se trata así de un territorio hostil en el cual el calor inclemente es testigo del éxodo de los pobladores forzados a ceder su lugar a las máquinas de excavación y a los intereses de las grandes corporaciones.

El ambiente se vuelve propicio para que Tanner y Toby Howard, como auténticos bandidos del siglo XXI, inicien una serie de asaltos en las sucursales de un banco en específico. No obstante, lo que en principio pudiera considerarse como un par de golpes de poca monta, resulta formar parte de un infalible plan concertado por los hermanos para recuperar sus tierras. Como en todo buen western, el Sheriff a cargo está al tanto de todo el asunto y predice los pensamientos de los malhechores. Así, Marcus Hamilton, con el apoyo de su fiel compañero Alberto, se dispondrá a capturar al curioso dúo para llevarse una última victoria antes de su indeseado retiro, teniendo que lidiar con la poca colaboración de unos pobladores convencidos de que los Howard son los buenos de esta historia, puesto que en realidad el banco es el verdadero enemigo de todos.

Dos horas le bastan al director para retratar fielmente ese sector tan específico de la sociedad norteamericana, aquellos hombres blancos desesperanzados por el avance del capitalismo, racistas por naturaleza, capaces de encubrir a criminales por considerar que el sistema al que dirigen sus ataques es vil, pero a la vez dispuestos a disparar un arma para defenderse de una felonía. Aquellos hombres que aman a sus familias pero a su vez son capaces de matar a sangre fría o bien el tipo duro que no tiene reparos en insultar a sus semejantes como una extraña forma de demostrar el afecto que les tiene.

Como si la misma trama no fuera suficiente para evocar el trabajo de los Coen, la aparición de Jeff Bridges (Big Lebowski, True Grit) en el papel de Marcus Hamilton acentúa las similitudes. De esta forma, pareciera que “The Dude” ha hecho su aparición en el oeste de Texas para perseguir a un par de ladrones. Así, el trabajo de Briges es magnífico, al ser capaz de interpretar a un personaje que despierta simpatía a pesar de que en todo momento se dedica a proferir insultos raciales hacia su compañero mitad indio mitad mexicano y que a la vez refleja todo ese cansancio y pesadez que los habitantes de la zona llevan a sus espaldas por la situación en la que viven. Por otra parte, Chris Pine (Star Trek) se sacude un poco el estigma del capitán Kirk y demuestra tener capacidad para encarnar a personajes más complejos como el bidimensional Toby Howard, un padre de familia preocupado por darle lo mejor a sus hijos, pero que a la vez es capaz de robar con tal de cumplir con su objetivo. Cierra el reparto principal Ben Foster (Warcraft) como Tanner, un delincuente nato con muy pocos escrúpulos, impulsado por su impulso de infringir la ley y motivado por el cariño que le tiene a su hermano.

Es importante mencionar que a pesar de las similitudes con No Country for Old Men, el trabajo de Mackenzie cuenta con una identidad propia, en la cual la ambivalencia de sus personajes y las situaciones en las que se encuentran hacen muy difícil realizar un juicio de valor que justifique tomar partido por alguno de ellos. Al final de la cinta no habrá buenos ni malos, ganadores ni vencidos, simplemente seres humanos que actuaron según sus propias circunstancias. Así, con una trama muy bien llevada, incluyendo escenas de acción de realización excelente y una magnífica banda sonora, el neo-western regresa a las carteleras mejor que nunca.

Calificación: TÚ DECIDES.

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