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México México · Puebla
Voto de wraparty:
9
Comedia. Drama Narra la historia real de Florence Foster Jenkins, una mujer que, al heredar la fortuna de su padre, pudo cumplir su sueño de estudiar para ser soprano. El problema era que carecía de talento, pero la gente acudía a sus recitales para comprobar si de verdad era tan mala cantante como decían los críticos. (FILMAFFINITY)
20 de enero de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gracias al uso desmedido de las selfies y demás publicaciones que a diario bombardean las redes sociales, la autocomplacencia y la búsqueda de aceptación parecen ser fenómenos que caracterizan a los tiempos actuales; no obstante, la realidad es que estos vicios han existido durante toda la historia de la humanidad. Como si fuera corolario del famoso cuento de Hans Christian Andersen “El traje nuevo del emperador”, surge Florence Foster Jenkins, un personaje bastante peculiar cuya historia, aunque inverosímil, resulta ser verídica a pesar de que bien hubiera podido salir de la mente de algún famoso cuentista.

Hija de un acaudalado abogado, Florece Foster decidió desde pequeña dedicar su vida a la música, a pesar de la desaprobación de su padre. Al haberse truncado su carrera como pianista profesional debido a una lesión en la mano, la aspirante a artista se empeñó en continuar en el mundo de la música, esta vez como soprano. Gracias a una herencia que a final de cuentas logró obtener, la cantante tuvo la posibilidad de continuar con su carrera artística, presentándose ante diversas audiencias hasta llegar a actuar en el mismísimo Carnegie Hall. Sin embargo, la historia tiene una particularidad: Florence Foster tenía una de las voces más desagradables que se han escuchado en el mundo de la música y sus funciones eran un éxito rotundo debido a las gestiones que su segundo marido, St. Claire Bayfield realizaba para sobornar a espectadores y críticos con el fin de mantener la farsa en pie y evitar el desencanto de una excéntrica mujer cuyo amor por la música fue lo que la mantuvo con vida durante muchos años, a pesar de los males de salud que le aquejaban.

Es esta pues una historia verídica llevada al cine de forma excelente por el director Stephen Frears (Philomena) quien, basándose en el libro biográfico de Nicholas Martin titulado “Florence Foster Jenkins: The Inspiring True Story of the World’s Worst Singer”, retrata atinadamente en su largometraje a personajes reales, guiados por sus propias pasiones e intereses. En un magnífico marco que refleja fielmente el ambiente neoyorquino de los años cuarenta, el espectador conocerá a fondo a Florence Foster, una excéntrica celebridad que vivía en su propio mundo, aquel fabricado gracias a su fortuna y a la astucia de su marido. Asimismo, St. Claire aparece como un oportunista, amante de la buena vida y dispuesto a hacer lo que sea con tal de satisfacer los deseos de su esposa para así seguir gozando de los privilegios y placeres que el dinero de su pareja le puede comprar. Asimismo, se encuentra Cosmé McMoon, un pianista principiante que no dudará en aprovechar la situación junto con una serie de músicos, aduladores y supuestos amigos oportunistas que estarán dispuestos a seguir el juego de Florence con tal de seguir disfrutando de su fortuna.

No obstante lo anterior, la cinta no sería un éxito sin la presencia de Meryl Streep, quien realiza un trabajo impecable en el papel de Florence Foster, demostrando que la magnitud de su talento le da incluso para imitar las desentonadas notas registradas en las grabaciones de la curiosa cantante. La interpretación de Streep es tan convincente, que incluso es capaz de provocar que el mismo espectador se sienta culpable al final por haberse burlado de los cantos de la protagonista durante toda la cinta. Por otra parte, Hugh Grant (Four Weddings and a Funeral, Notting Hill) regresa a la gran pantalla para demostrar que todavía es capaz de encarnar a personajes complejos de forma excelente. Por último, cabe destacar la grata sorpresa que supone la actuación de Simon Helberg (quien interpreta a Howard en la serie de televisión The Big Bang Theory), quien como Cosmé McMoon se destapa como un actor más serio y de grandes facultades.

De esta forma, se trata de una película muy bien realizada y dotada de una fuerte dosis de humanidad, mostarndo que la vida real no es perfecta, no existen héroes o villanos en toda la dimensión de la palabra, sino personajes ambivalentes a los cuales es imposible juzgar yéndose por los extremos. Florence Foster Jenkins es uno de esos casos, si bien pudiera ser objeto de admiración por nunca cejar en sus intentos y dedicación para dedicarse a la música, también es criticable el hecho de que con dinero se puede conseguir prácticamente cualquier cosa: incluso cantar en el Carnegie Hall. Sin duda, se trata de una cinta bastante recomendable para disfrutar, reflexionar e incluso reír.

Calificación: TÚ DECIDES.
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