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México México · Puebla
Voto de wraparty:
8
Drama. Comedia Explora la historia real sobre cómo Dick Cheney (Christian Bale), un callado burócrata de Washington, acabó convirtiéndose en el hombre más poderoso del mundo como vicepresidente de los Estados Unidos durante el mandato de George W. Bush (Sam Rockwell), con consecuencias en su país y el resto del mundo que aún se dejan sentir hoy en día. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2019
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El 11 de septiembre de 2001 quedará marcado en la historia como uno de los días más trágicos de los últimos tiempos. Fue en esa fatídica madrugada cuando prácticamente todo el mundo vio con pavor como las Torres Gemelas, uno de los símbolos de la supremacía mundial de los Estados Unidos, se venían abajo como fichas de dominó, poniendo en entredicho la fuerza del país que hasta ese momento se ostentaba como el único líder del orden internacional. No obstante, “no hay mal que por bien no venga”, y mientras la comunidad internacional empatizaba con las víctimas y rivalizaba con los perpetradores del ataque, existió gente que tras bambalinas fraguó un plan para aprovechar la coyuntura y así satisfacer intereses que iban más allá de capturar a los autores intelectuales del atentado.

Es así como Adam McKay (The Big Short), con su estilo sarcástico y humor negro, le cuenta a su audiencia la historia de Dick Cheney, el vicepresidente de los Estados Unidos de América durante toda la administración de George W. Bush, fue capaz de manipular a toda una nación para involucrar a su país en una guerra cuyo objetivo era obtener el dominio petrolero en el Golfo Pérsico. El director utiliza la voz de Kurt, un estadounidense común, para narrar los pasajes más importantes de la vida del personaje, remontándose a la época en la cual era un obrero alcohólico venido a menos que impulsado por su mujer decidió involucrarse en la política de su país, iniciando desde la administración de Nixon con el apadrinamiento de su amigo Donald Rumsfeld para después ocupar cargos tan importantes como el de Secretario de Defensa y Congresista, alejándose un tiempo de la vida pública ocupando un cargo directivo en la petrolera Halliburton para después posicionarse como el segundo al mando del gobierno de su país en el periodo 2001 – 2009.

Con un guion de su propia autoría, McKay no tiene reparos en exhibir a su protagonista como un ser maquiavélico cuya hambre de poder solo pudo detenerse en ciertos momentos por cuestiones familiares. De esta forma, con pasajes que en ciertos momentos se sienten como un documental de Michael Moore, la premisa del filme es que el omnipotente Cheney fue capaz de cambiar por sí mismo la historia del mundo durante los años en que duró la gestión de un inepto presidente. No obstante, lo anterior es bastante debatible si se toma en cuenta que resulta inverosímil el hecho de que una persona puede manejar a su gusto toda la política internacional por sí misma, dando como resultado que el argumento se sienta un tanto manipulado únicamente con el fin de cumplir con el objetivo del director.

Lo anterior no afecta el magnífico trabajo del elenco, en el cual todos destacan por sus excelentes actuaciones. Christian Bale (The Fighter, The Big Short) es simplemente extraordinario encarnando a Dick Cheney, demostrando una vez más su impresionante capacidad para cambiar su físico con tal de adecuarse a un personaje. Por otra parte, Sam Rockwell (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri) se consolida como un magnífico actor, presentándose como una calca del mismísimo George W. Bush. Otro que se mantiene en su posición como uno de los mejores histriones de los últimos años es Steve Carell (Foxcatcher, The Big Short), quien destaca en su papel de Donald Rumsfeld. Por último, Amy Adams (The Master, American Hustle) repite como cada año con una gran actuación, en esta ocasión como Lynne Cheney.

Es así como sin llegar a ser redonda, y a pesar de ser un tanto tendenciosa, la cinta cuenta con el gran atractivo de presentar a figuras cuya imagen está bastante fresca en todo el público, aportando información que, aunque conocida, resulta ser bastante relevante acerca de sus vidas. Lo anterior, aunado a la atinada dirección de un reparto sobresaliente, hacen de esta una película que se puede disfrutar tanto como entretenimiento como para sacar un par de datos interesantes sobre la forma en cómo funciona la política estadounidense, aunque hay que aclarar que los sucesos narrados deben de ser revisados con cautela sin considerarlos como verdades absolutas.

Calificación: TÚ DECIDES.

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