Después de leer tan buenas críticas por ambos lados del charco me animo a verla, pero creo que va a ser demasiado “apología del americanismo” para mi gusto. Allá voy. 135 minutos por delante. ¡Uf! Qué pocas ganas… Parto de la idea de que es un drama psicológico sobre lucha libre, no me llama mucho pese a que lo basado en hechos reales me suele llamar la atención siempre.

La premisa, brevemente, es la siguiente: un medallista olímpico, Mark Schulz (Channig Tatum) acepta la oferta de entrenarse en las instalaciones deportivas del rico, consentido y extravagante heredero John Du Pont (Steve Carrell) para las olimpiadas de Seúl de 1988, que frustrado por no ser un deportista de élite se dedica a la caza de nuevos talentos como entrenador por puro amor a la patria. Pero…(siempre hay un pero) allí espera poder concentrarse en los entrenamientos y evitar así que su hermano mayor Dave (Mark Ruffalo) el perfecto luchador y persona, lo adelante por la derecha como siempre.
El caso es que el hermano menor, Mark (Tatum), no encuentra el rumbo de su vida a pesar de estar entrado en edad. A mí no me lo parece. Yo también estoy entrada en edad y soy una “ni-ni”, pero este no es el caso.

Me alegra que Channig Tatum se haya desquitado de su papel de chico guapo de película y se dedique de una vez a papeles más serios. Tiene escenas que realmente impresionan. El alabamiense no para de crecer como actor y me alegra porque tiene un potencial genial y se supera papel a papel, película a película, salvando las desgarbadas comedias chorra que hace de vez en cuando.

La actuación de Mark Ruffalo me ha parecido impresionante aunque estar nominado por un par de secuencias me parece que sobra un poco. El tipo lo borda en su papel de perfecto hermano mayor, pero está como que no está.

En cambio, aunque Steve Carrel y su interpretación de Du Pont (para mi gusto anteriormente muy encasillado por su papel en “The Office”) entre su patetismo y ambigüedad me parecen soberbios, la relación principal entre Tatum y él me chirría, no me resulta creíble ni cuando se llevan bien ni cuando se llevan mal. Difícil reconocerlo tras un magnifico trabajo de maquillaje.

Visualmente, el trabajo es magnífico. La atmósfera gris ayuda a dotar de oscuridad al relato. La planificación es magistral, pero no esperaba menos del director de fotografía, Greig Fraser (La noche más oscura, Mátalos suavemente).

En resumen, a pesar de que la película es muy buena, me ha sorprendido pero me ha parecido infumable ya que el argumento se me ha hecho pesado y largo. Eso sí, con una dirección de actores sublime, pero me esperaba más de Miller tras tener Capote(2005) como uno de mis biopic referentes.

Cierto que me esperaba el típico tópico americano sobre el deporte y el afán de superación de los yanquis y me he encontrado con un relato oscuro sobre la psicología de los personajes, pero con todo, no me ha convencido. La historia se dilata mucho y se hace pesada, creo que cuenta muy poco en mucho metraje. Le pondría un 6. Me siento decepcionada. De nuevo, malditos trailers.

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