Es una sensación conocida y olvidada. El final es como a veces. Sale uno o del cine como hace años o como cuando alguna película (novela, canción, pintura) te llega dentro, muy dentro, sin hacer daño por cierto. Es el cine cuando es arte. Para lo que nació: para emocionarnos (reÍr, llorar -de risa, de miedo... ) y hacernos tal vez pensar. "Toy Story 3" es cine del bueno, es arte esta vez, de esa que mantienen viva Pixar y la HBO, el viejo Clint y los creadores de "Mad Men". El cine de siempre y de nunca jamás. Snif.