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Voto de Audrey Monroe:
9
6.9
30,551
Comedia. Drama
Royal Tenenbaum (Gene Hackman) y su mujer Etheline (Anjelica Huston), después de tener tres hijos, Chas (Ben Stiller), Richie (Luke Wilson) y Margot (Gwyneth Paltrow), se han separado. Chas, que trabaja en el sector inmobiliario, parecía tener un don innato para las finanzas internacionales. Margot fue dramaturga y obtuvo una beca Braverman de 50.000 dólares cuando aún estaba en el instituto. Richie fue campeón junior de tenis y ganó ... [+]
23 de enero de 2015
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wes Anderson se ha caracterizado siempre por hacer lo que le ha salido de la peineta en cada momento, y al igual que otros directores tan personales como Tim Burton o David Lynch, ha sido admirado y vapuleado a partes iguales por prensa y público.
Ir al cine para ver una película sobre una familia absolutamente disfuncional, no siempre parece un buen plan: el guión puede ser horrible, las actuaciones forzadas y no lograrte sacar ni un amago de sonrisa. Los Tenenbaums, afortunadamente, sí que consigue su propósito: mostrar la vida y logros de esta familia tan singular y que encima disfutes.
Royal y Ethel han criado a sus tres hijos educándolos para ser los mejores en todo y en su día lo lograron. Ya no. En su madurez, los antiguos niños prodigio no son la sombra de lo que fueron y para colmo sus padres están divorciados.
Chas, el hijo mayor, es ahora un tío neurótico y obsesivo-compulsivo que culpa a su padre de todos sus males.
Ricky: el otrora gran tenista, atraviesa ahora una depresión de caballo mientras le corroe la culpa de estar enamorada de su hermanastra Margot.
Margot: Creció sabiendo a diario (de hecho su padre se lo decía a quien fuera) que era adoptada. Ahora tiene un bloqueo laboral del copón, ha perdido un dedo y está casada con un psiquiatra tan extraño e hilarante como el resto de la familia.
La noticia de que su ex mujer ha iniciado una relación con otro hombre, le dará a Royal la excusa perfecta para volver al hogar e intentar recuperar a su familia; aunque siga teniendo la misma cara dura de siempre.
LO MEJOR: Royal y sus tres hijos
LO PEOR: Que debido a su particular forma de hacer cine, Wes Anderson no goce del reconocimiento que merece.
Ir al cine para ver una película sobre una familia absolutamente disfuncional, no siempre parece un buen plan: el guión puede ser horrible, las actuaciones forzadas y no lograrte sacar ni un amago de sonrisa. Los Tenenbaums, afortunadamente, sí que consigue su propósito: mostrar la vida y logros de esta familia tan singular y que encima disfutes.
Royal y Ethel han criado a sus tres hijos educándolos para ser los mejores en todo y en su día lo lograron. Ya no. En su madurez, los antiguos niños prodigio no son la sombra de lo que fueron y para colmo sus padres están divorciados.
Chas, el hijo mayor, es ahora un tío neurótico y obsesivo-compulsivo que culpa a su padre de todos sus males.
Ricky: el otrora gran tenista, atraviesa ahora una depresión de caballo mientras le corroe la culpa de estar enamorada de su hermanastra Margot.
Margot: Creció sabiendo a diario (de hecho su padre se lo decía a quien fuera) que era adoptada. Ahora tiene un bloqueo laboral del copón, ha perdido un dedo y está casada con un psiquiatra tan extraño e hilarante como el resto de la familia.
La noticia de que su ex mujer ha iniciado una relación con otro hombre, le dará a Royal la excusa perfecta para volver al hogar e intentar recuperar a su familia; aunque siga teniendo la misma cara dura de siempre.
LO MEJOR: Royal y sus tres hijos
LO PEOR: Que debido a su particular forma de hacer cine, Wes Anderson no goce del reconocimiento que merece.