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España España · Zaragoza
Voto de Juan Solo:
9
Drama Biopic sobre el boxeador Rocky Graziano, un joven italoamericano que, después de su paso por distintos reformatorios, se convirtió en campeón de boxeo de los pesos medios. Acostumbrado a la violencia del East Side neoyorquino, Rocky encontró el éxito en el ring gracias a una combinación de talento, ambición y tenacidad. (FILMAFFINITY)
18 de febrero de 2011
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya desde los inicios de su carrera, Paul Newman se encargó de demostrar bien clarito que había nacido para ser un actor irrepetible. Y que su destino era convertirse en un mito del cine, cosa que hizo muchísimo antes de su llorada desaparición en 2008.

Corrían mediados de los 50, y a las pantallas de los cines asomaba la imagen de un nuevo hombre, exponente a su vez de una nueva generación, y con ese apellido, Newman no podía menos que ser uno de los elegidos para encarnar a esta nueva clase de personajes. En sus primeros años, Paul fue para nosotros el buscavidas, el indomable, un rebelde con más o menos causa que seguía la senda iniciada unos años antes por los Brando, los Clift, los Dean…

Fue precisamente James Dean la primera opción para encarnar a Rocky Grazziano en este biopic que Robert Wise dedicó a la figura del famoso boxeador italo-americano campeón del mundo. La repentina muerte del protagonista de “Gigante” provocó un cambió de planes y que se pensase en el semi novato Newman para sustituirle. A la vista está que la decisión no pudo ser más acertada.

“Marcado por el odio”, películón excepcional, de ésos que ya no se hacen. Wise nos regala una dirección sencillamente perfecta en la que resultan admirables tanto los aspectos técnicos como los artísticos. Aquí están utilizados de manera impecable todos los tópicos que hicieron grande un género y un estilo de hacer cine: desde las conexiones entre el mundo del boxeo y los bajos fondos hasta la figura del héroe surgido del arroyo que consigue llegar a lo más alto. Sobresale una fotografía maravillosa, recompensada justamente con un Oscar, densa y asfixiante que llega a convertirse en un personaje más de la trama. Y naturalmente, Newman, siempre Newman, que con su arrebatadora presencia nos gana para siempre en su primer papel protagonista. Aquí comienza su leyenda; sólo por ese detalle esta película ya merece figurar con moldes de oro en la Historia del Cine.
Juan Solo
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