Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Voto de Juan Solo:
6
Drama Gloria Wandrous, una modelo de lujo de Nueva York, de moral un tanto dudosa, se despierta una mañana en la lujosa casa del millonario Weston Liggett con un sobre que contiene 250 dólares. Se siente tan humillada que decide no volver a verlo, pero su amor es tan fuerte que acaba aceptando una nueva cita. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues sí, es evidente que “Una mujer marcada” está hecha a mayor gloria de Gloria que así es como se llama el personaje que interpreta Liz Taylor en pantalla. La actriz está estupenda, no sé si tanto como para ganar el Oscar de aquel año y arrebatárselo a la señorita Kubelick de “El apartamento”, pero está estupenda, las cosas como son. Aquí está dirigida por Daniel Mann, director con olfato para las adaptaciones teatrales y para el trabajo con las actrices (basta recordar que además de la Taylor, Anna Magnani y Shirley Booth ganaron el premio de la Academia hollywoodiense gracias a films que venían firmados por él).

En esta ocasión, Mann adapta una novela de John O Hara cuyo título en original es “Buterfly 8”, el nombre de la agencia para la que trabaja la protagonista. Ella es una prostituta de lujo y modelo ocasional que vive una tortuosa relación amorosa con un hombre casado y rico cuya fortuna procede para más inri del patrimonio de su suegro. La película trata temas presuntamente escabrosos para la época como la prostitución y el adulterio, pero lo hace de una manera muy superficial y con una corrección política que no sabe ir más allá. Quizá por ello no ha soportado bien el paso del tiempo y ha envejecido bastante mal. Tanto la historia como su tratamiento hoy nos resultan algo desfasadas. Nada que ver con la sutileza desplegada por Blake Edwards en “Desayuno con diamantes” por citar un ejemplo de la época.

Y sí, la Taylor, sale muy guapa. Se pasea todo el rato de aquí para allá en combinación, con un loock prácticamente calcado al que lucía en “La gata sobre el tejado de cinc” (aunque al lado de Newman estaba mucho más espectacular). Liz es mucha Liz y lo eclipsa todo. O casi. Porque habría que añadir que los secundarios están muy bien en general, con mención especial para Betty Field y Eddie Fisher. Por cierto que la película nació torcida desde el principio porque entre otras cosas su estrella principal impuso a los productores que Fisher, su pareja en aquel momento, apareciese en el film. Y luego está esa leyenda que dice que la actriz estuvo al borde de la muerte a los pocos meses de rodar la película y que por eso Hollywood decidió premiarla antes de que fuese demasiado tarde. Y ese año, pues miren ustedes, ¡¡¡ resulta que estaba la McLaine ¡¡¡
Juan Solo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow