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Nepal · Donde los dioses se van de putas
Voto de Elchicodenaranja:
2,365
Documental. Comedia
Aclamado documental que arremete contra el poder de las grandes corporaciones industriales, en las que el incorruptible Michael Moore trata de conseguir una entrevista con Roger B. Smith, presidente de General Motors, para poder preguntarle sobre las devastadoras consecuencias del cierre de una planta del gigante del automóvil. (FILMAFFINITY)
23 de agosto de 2010
8 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Damas y caballeros, déjenme contarles una tierna y conmovedora historia.
Imagínense que yo me levanto un día tan caritativo como Teresa de Calcuta cuando se ganó la Bonoloto. Entonces, decido ir al barrio pobre más cercano y darles de comer a esos malditos y desventurados críos harapientos. Tras una semana de euforia caritativa decido dejar de darles de comer bien porque prefiero usar ese dinero para gastarlo en señoritas de compañía (Stinson 8000 me entiende, jejeje, el miércoles volvemos ;) ) bien porque lo quiero invertir en la Nasa o bien porque, disculpen mi vulgar pero acertada expresión, me sale de los mismísimos cojones.
¿Soy acaso una mala persona? ¿Los niños podrían pedirme explicaciones? ¿Debo seguir dándoles de comer durante toda mi vida?
NO.
Supongo que veréis por donde van los tiros. Al centro de la diana. ¿Está GM obligado a quedarse de por vida en Flint? NO.
El pueblo de Flint debería estar más que agradecido con General Motors porque ha dado durante años trabajos a montón de ciudadanos. En lugar de eso, se cabrean por el cierre de la fábrica que tienen en dicho aburrido pueblo. NO TENÉIS DERECHO A QUEJAROS. General Motors se instala donde quiera. Es una empresa, no una ong destinada a poneros cachondos, enriqueceros y combatir vuestra pobreza, malditos flintianos.
Por ello, me parece que la mayor parte del documental, donde se dedican a analizar cuan jodido está Flint (delincuencia, putas, desempleo, putas, desahucio, putas, violencia...) no me importa en absoluto. Sólo tengo que abrir la ventana cualquier noche de miércoles para observar a varios travestís deseosos de clientes (jejeje, segundo guiño para mis juergas clandestinas con Stinson8000), atracos, ajuste de cuenta entre bandas y, si es noche de luna llena, algún que otro homicidio.
Por ello, la parte principal de este documental me ha parecido carente de sentido. Repito: GM no tiene ninguna obligación para con Flint. Si prefieren cerrar esta fábrica y ponerla en México por 70 centavos la hora, enhorabuena para ellos y "a buscaros la vida" flinteros
Por otra parte, he aprobado este trabajo porque es el germen, el pequeño e idiota hermano menor, con el mismo estilo, de los posteriores documentales de Moore: cámara en mano y a analizar la sociedad.
Imagínense que yo me levanto un día tan caritativo como Teresa de Calcuta cuando se ganó la Bonoloto. Entonces, decido ir al barrio pobre más cercano y darles de comer a esos malditos y desventurados críos harapientos. Tras una semana de euforia caritativa decido dejar de darles de comer bien porque prefiero usar ese dinero para gastarlo en señoritas de compañía (Stinson 8000 me entiende, jejeje, el miércoles volvemos ;) ) bien porque lo quiero invertir en la Nasa o bien porque, disculpen mi vulgar pero acertada expresión, me sale de los mismísimos cojones.
¿Soy acaso una mala persona? ¿Los niños podrían pedirme explicaciones? ¿Debo seguir dándoles de comer durante toda mi vida?
NO.
Supongo que veréis por donde van los tiros. Al centro de la diana. ¿Está GM obligado a quedarse de por vida en Flint? NO.
El pueblo de Flint debería estar más que agradecido con General Motors porque ha dado durante años trabajos a montón de ciudadanos. En lugar de eso, se cabrean por el cierre de la fábrica que tienen en dicho aburrido pueblo. NO TENÉIS DERECHO A QUEJAROS. General Motors se instala donde quiera. Es una empresa, no una ong destinada a poneros cachondos, enriqueceros y combatir vuestra pobreza, malditos flintianos.
Por ello, me parece que la mayor parte del documental, donde se dedican a analizar cuan jodido está Flint (delincuencia, putas, desempleo, putas, desahucio, putas, violencia...) no me importa en absoluto. Sólo tengo que abrir la ventana cualquier noche de miércoles para observar a varios travestís deseosos de clientes (jejeje, segundo guiño para mis juergas clandestinas con Stinson8000), atracos, ajuste de cuenta entre bandas y, si es noche de luna llena, algún que otro homicidio.
Por ello, la parte principal de este documental me ha parecido carente de sentido. Repito: GM no tiene ninguna obligación para con Flint. Si prefieren cerrar esta fábrica y ponerla en México por 70 centavos la hora, enhorabuena para ellos y "a buscaros la vida" flinteros
Por otra parte, he aprobado este trabajo porque es el germen, el pequeño e idiota hermano menor, con el mismo estilo, de los posteriores documentales de Moore: cámara en mano y a analizar la sociedad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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