Sacha Baron Cohen consigue hacer una comedia buenísima, y ante todo muy disparatada. Creo que hacía tiempo que no me reía tantísimo viendo una película. Sí, Borat tiene algunas (pocas) escenas que puede que tiren del humor escatológico o puede que vulgar para algunas mentes, aún así, la película en su mayoría se ve desbordada por momentos de un absurdo inigualable. Pero está claro, para que te guste ha de gustarte también lo absurdo.

Es evidente que cada uno tiene su sentido del humor, y Borat no hará reír a todo el mundo, a muchos incluso les puede hacer pulsar a los 5 minutos (o incluso menos) el botón de Off del DVD muy escandalizado si no sabe de antemano lo que va a ver...
El protagonista es totalmente retrógrado, machista y muchos calificativos negativos más, al igual que muchísimos protagonistas de infinitas series o películas (no puedo evitar citar el mayor ejemplo que se me pasa por la cabeza: Peter Griffin, de Padre de Familia), de modo que no puede entrarme en la cabeza por qué tanto revuelo y polémica...

La película se mete con todo lo que quiere... ¿y qué? Él mismo es judío y sabe reirse de sí mismo.
Ojalá todos tuvieramos la misma capacidad de reirnos de nosotros mismos...