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España España · Barcelona
Voto de SCuenca:
8
Drama Nina (Natalie Portman), una brillante bailarina que forma parte de una compañía de ballet de Nueva York, vive completamente absorbida por la danza. La presión de su controladora madre (Barbara Hershey), la rivalidad con su compañera Lily (Mila Kunis) y las exigencias del severo director (Vincent Cassel) se irán incrementando a medida que se acerca el día del estreno. Esta tensión provoca en Nina un agotamiento nervioso y una confusión ... [+]
27 de febrero de 2011
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es muy diferente el sabor de boca que se me ha quedado viendo “Cisne Negro” que cuando vi en su día anteriores obras de Darren Aronofsky como: “El luchador”, (2008) “La Fuente de la vida” (2005) o “Requiem por un sueño” (2000) entre las más destacadas. Digo esto -no como factor negativo- porque es un director que me gusta y que pese a que aún no lo tengo en un pedestal junto a otros flamantes realizadores, considero que es un hombre que sabe crear buen cine, de ese que como se dice “marca la diferencia”. Porque hasta el momento, Aronofsky ha hecho un cine libre, independiente, capaz de entrar por los ojos con facilidad y atrapar al espectador con su peculiar crudeza para contar unas historias que lo hacen único.

Es inevitable hacer comparaciones entre “Cisne Negro” y sus anteriores obras en caso de haber sido visualizadas, porque las hay. En particular entre “El luchador” (2008) y “Réquiem por un sueño” (2000). De la primera podemos encontrar ese parecido en la forma de filmar algunas escenas, en la que veremos a la protagonista desde una perspectiva de cámara que la sigue desde detrás suyo, mostrándonos planos de su espalda. Respecto a la segunda, hay que destacar la metáfora visual que ya vimos reflejada en el brazo de Harry Goldfarb y que en “Cisne Negro” vemos que la fijación se traslada a la espalda, que la protagonista se rasca constantemente.

Si en su anterior film Aronofsky nos contaba una historia sobre los mitos pasados y el tiempo perdido, en esta ocasión, la trama se centra en la autodestrucción progresiva que sufre la bailarina de una compañía de ballet, llamada Nina (Natalie Portman), que tras darse a conocer que la anterior danzarina de la obra “El lago de los cisnes” ha sufrido un accidente, intentará hacerse con el papel de Cisne Blanco y Cisne Negro, el cual requiere de una bailarina que pueda interpretar a ambos personajes. Tarea nada fácil para Nina, puesto que no pose esa personalidad oscura que se requiere para poder interpretar al Cisne Negro.

Un reparto excelente del que sobresale la actuación de Natalie Portman (“My Blueberry Nights” 2008) realizando una interpretación magistral. Se nota y mucho, que Portman se ha preparado mental y físicamente para interpretar a Nina, una chica obsesionada con que Lily (Mila Kunis) quiere quitarle el papel de Cisne Negro por no estar capacitada para interpretarlo. La verdad, se me quitan los prejuicios de “niña mona” que tenía de esta actriz al ver que realiza una interpretación totalmente diferente a lo visto por ejemplo en Star Wars (Ep. I, II, III). Vincent Cassel da vida a Thomas Leroy, el director de la compañía de ballet de Nueva York. Es un hombre déspota en cierta medida en lo que se refiere a cómo trata a Nina para que adquiera las capacidades necesarias para convertirse en Cisne Negro.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
SCuenca
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