Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Revista Contraste:
6
Thriller. Terror. Fantástico Thriller psicológico sobre una joven apasionada por la moda que, misteriosamente, es capaz de trasladarse a los años 60 y conocer a su ídolo, una deslumbrante aspirante a cantante. Pero el Londres de la época no es lo que parece y el tiempo parece desmoronarse con oscuras consecuencias...
22 de noviembre de 2021
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una trama que recuerda a la clásica Repulsión de Roman Polanski, Última noche en el Soho es la nueva entrega de Edgar Wright (Baby driver, Scott Pilgrim vs. the world). Tras su paso por el Festival de Venecia y la victoria en la Semana de Cine Fantástico de San Sebastián, esta (para algunos) esperada propuesta logra deleitar.

Este thriller de terror lo protagonizan las deslumbrantes Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy, que interpretan a dos personajes que, aunque resultan poco profundos y un tanto previsibles, consiguen cautivar a la audiencia.

Estamos ante un espectáculo estético propio del universo Wright, pues su autoría, puesta en escena, dirección e imaginario creativo fundamentan un producto final audiovisual donde el movimiento, el engranaje entre planos y profundidades dentro del campo y contracampo y el montaje de sonido destacan por encima de todo lo demás. La facilidad que tiene el cineasta para generar obras tan satisfactorias es fascinante, ya que no solo logra una dirección artística y una fotografía excelentes por separado, sino que el resultado del trabajo del equipo resulta coherente y eficaz.

Por otro lado, poco se puede decir del guion. Parece que empieza a formar parte del mundo expositivo del realizador inglés el suscitar historias de impacto externo pero que, en el final, dejan al público algo más indiferente. Lo que narra Última noche en el Soho es fácil de predecir, pues no se profundiza más allá de la premisa inicial ni se dan giros argumentales que sorprendan o mantengan la curiosidad del espectador a lo largo del metraje.

Además, en la misma línea del desapego narrativo, se crea un vacío en la finalidad de la trama. Hace falta reflexionar críticamente cuál ha sido el objetivo que se buscaba explicar al terminar el largometraje. Parece haberse camuflado un falso viaje del héroe, encubierto con una denuncia social que termina quedando en segundo plano: todo esto hace cuestionar cuál era la motivación desde el principio.

Por lo tanto, a pesar de un guion poco solventado, al terminar la proyección salimos de la sala de cine habiendo presenciado una exhibición estética impresionante, unas interpretaciones estelares y una banda sonora característica del melómano Wright.

www.contraste.info
Revista Contraste
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow