El título en inglés de esta película, Women talking (mujeres hablando) indica exactamente a lo que va enfrentarse el espectador: un grupo de mujeres hablando durante hora y media. Pero, curiosamente, la falta de acción no es un impedimento para atrapar la atención de la audiencia y mantenerla hasta el final.

En cuanto a la forma, no hay ningún reproche: la fotografía, la banda sonora, los escenarios, las interpretaciones… Todo está en armonía y ayuda a transmitir los sentimientos de las protagonistas. Los tonos desaturados, casi hasta rozar el gris (que recuerdan a obras de Malick), la disposición de la sala en la que tiene lugar la reunión y las expresiones de las fabulosas actrices trasladan al público el sofoco en el que viven.

El fondo, por otro lado, parece lo más interesante. A raíz de las agresiones sexuales, se exponen diversos temas y se argumentan intentando no perder de vista el lado bueno, de manera que hasta se llega a disertar sobre el perdón y la bondad. El problema es que lo hace en forma de tesis, de discurso, con diálogos evidentes en vez de conversaciones sugerentes. Y todo de boca de mujeres supuestamente analfabetas, lo cual es poco verosímil. Aun así, esta larguísima conversación despierta diferentes reflexiones y se deja disfrutar.

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