Haz click aquí para copiar la URL
España España · Alicante
Voto de Titacho:
4
Musical. Romance. Comedia. Drama Mia (Emma Stone), una joven aspirante a actriz que trabaja como camarera mientras acude a castings, y Sebastian (Ryan Gosling), un pianista de jazz que se gana la vida tocando en sórdidos tugurios, se enamoran, pero su gran ambición por llegar a la cima en sus carreras artísticas amenaza con separarlos. (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2018
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Una obra maestra? ¿Números musicales que pasarán a la Historia? ¿Sales del cine con ganas de bailar? ¿La pareja de actores con mejor química de la década? ¿Una trama que te hipnotiza? ¿Maravilloso homenaje al cine? ¿Pero es me equivoqué de sala y yo vi otra película?

La la land es una de esas extrañas películas que les encanta a muchos de los que odian los musicales y en cambio a otros muchos a los que nos chifla que de repente un personaje se ponga a cantar y a bailar …nos parece un bodrio.

Para mí la película estaba gafada desde el minuto 1 en que empecé a verla (le dio un jamacuco a alguien en la sala de cine nada más desaparecer los créditos iniciales, tuvieron que parar la proyección y llamar a una ambulancia), hasta el fiasco monumental en la noche de los Oscar cuando anunciaron erróneamente que era la ganadora de la estatuilla a la mejor película.

Ya desde la primera escena chirría todo, ese baile en la autopista no tiene ni pies ni cabeza y es una perfecta presentación de lo que va a ser el resto de la película, una historia que no sabes de dónde viene ni a dónde va, en la que se suceden números musicales sin ton ni son que rompen por completo el ritmo narrativo de la película en lugar de ayudar a que el guión se desarolle, y unas coreografías que parecen creadas para el festival de fin de curso de algún colegio.

Sobre todo me saca de quicio que se quieran fabricar de manera artificial “escenas-supuestamente-maravillosas-de-esas-que-se-te-quedan-en-la-memoria-para-siempre” en un momento de la trama en el que no pasa nada especial en el que no sientes….nada…, especialmente ese momento en que Enma Stone sale corriendo del restaurante y la cámara se eleva mientras ella se aleja por la calle y suena una música de “toooooooooooooma momentazo”. ¿Pero por qué corre? ¿Por qué ese movimiento de cámara como si estuvieras inventando el cine? ¿por qué ese crescendo musical intentando que nos emocione lo que no tiene sentido ninguno? (y como esa escena muchas más…)

En la parte buena el trabajo de Enma Stone y Ryan Gosling (gracias a esta película hemos aprendido a distinguir a Ryan Gosling y Ryan Reynols, por lo menos yo, que siempre los cruzaba), y ese dueto “City of stars”, la única canción que se salva de la banda sonora, cantada al piano en riguroso directo en el momento de rodar la escena, algo MUY raro de encontrar en un musical.

Tenía muchas esperanzas puestas en Damien Chazelle después de ver la fabulosa “Whiplash” (eso sí que es un peliculón), pero después de ver…esto… se me ha bajado por completo la erección. Los elogios absolutamente desproporcionados sólo se entienden por una campaña de promoción bestial de cara a la temporada de premios que hizo que una peliculita sin más se convirtiera en la supuesta mejor película del año, algo que le viene casi tan grande como el ego de todos los que han hecho esta cinta.
Titacho
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow