Se trata de otro filme en la línea mediocre alucinadora de "PI" (Darren Aronofsky, USA 1998), cuyo fuste, sobre todo desde la mitad de la cinta en adelante, no es otra cosa que un montaje de imágenes abstrusas, imperceptibles, rápidas, oscuras, esquizofrénicas, para marear los ojos y la comprensión del espectador; quizás intentando hacernos creer que esto es cine del "no va más", cuando simplemente resulta ser cine del "aquí va más mierda para que Ud se la trague como si fuera arte de vanguardia".

Pero ¿qué les pasa a la mayoría de directores que se ponen a rodar historias cinematográficas sobre naves espaciales viajando al borde de nuestro sistema solar y todas acaban en la misma cuestión de mediocridad alucinatoria?, ¿por qué en general a todos ellos les da por rellenar sus filmaciones con las mismas chorradas, enajenaciones o delirios en cuanto el asunto versa sobre un viaje espacial lejos del planeta Tierra?, ¿acaso es que les falta creatividad imaginativa para generar contenidos y finales distintos, racionales, lógicos, científicos o filosóficamente dignos de atarle las sandalias a Tomás de Aquino?

Fej Delvahe