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San Marino San Marino · Ladera del Monte Titano
Voto de Fej Delvahe:
8
Drama Año 1943. Italia durante los nueve meses de ocupación alemana. Cesira (Sophia Loren) es una mujer que vive en Roma con su hija Rosetta, una adolescente de trece años. Ante el avance de la guerra, decide huir de la capital y refugiarse en casa de unos parientes, en los montes de Ciociaria, donde es muy bien recibida. La vida discurre serena lejos del frente. La bella Cesira conoce a Michele (Jean Paul Belmondo), un joven intelectual que ... [+]
7 de noviembre de 2007
33 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay diversas escenas que son de una estética y un arte digno de mención: por ej. cuando madre e hija están de noche acostadas en la misma cama y se ve en el ángulo superior izquierdo de la pantalla una lamparilla de aceite encendida bajo una imagen de la Virgen María (ahí, la tres están iluminadas, como representando la luz que conlleva toda mujer); también la declaración de amor del joven izquierdista a la viuda, junto al pequeño cementerio de la aldea, bajo un cielo cubierto de nubes oscuras y el inicio de un chaparrón; o la escena de las dos mujeres bajadas del tren y llevando las maletas sobre la cabeza ante las miradas y voces de los alegres soldados alemanes.

El Oscar dado a Sophia Loren (de muy buen ver en su cuerpazo de pura sabrosura) es muy merecido, pues su interpretación de campesina o pueblerina, en medio de una guerra y de ideologías que no entiende ni le van ni le vienen, es sobradamente notable.

Se trata de un film eminentemente centrado en la impronta femenina. Alberto Moravia, el autor de la novela que dio pie a esta película, "La ciociara" (la campesina), nos describe en su libro así a ambas: "Cesira era viuda, tenía la cara redonda, los ojos negros, grandes y penetrantes y el pelo negro (...). Tenía la boca roja como el coral y, cuando reía, enseñaba dos hileras de dientes blancos, regulares y apretados. Era fuerte y sobre el rodete, en equilibrio sobre la cabeza, era capaz de llevar medio quintal. (...). Su hija Rosetta tenía una cara como de ovejita, de ojos grandes, expresión dulce y casi acongojada, una nariz delgada que le bajaba un poco sobre la boca, una boca bella y carnosa que, sin embargo, sobresalía de la barbilla encogida, precisamente como la de las ovejas."

La película está muy bien construida sobre estas dos mujeres como centro y soporte de la historia; excepto por un fallo absurdo según el cual, Rosetta, la mujercita de trece años, después de pasar por la traumática experiencia que pasa, aún tiene cuerpo ese mismo día como para irse a bailar. ¡Vamos, en mi vida he visto una reacción más surrealista, impropia y absurda acerca de una muchacha víctima de un salvajismo traumatizador de la carne y el espíritu. No es creible; en modo alguno puede esperarse un comportamiento así en una fémina que acaba de experimentar la invasión brutal de la vida, ¡dicho comportamiento resulta irracional e inasumible desde todos los puntos de vista, incluso el de la locura!

Por lo demás, la película es un buen producto deslumbrante en potencial femenino e imágenes campestres que casi nos transmiten su oxígeno y naturalidad.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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