Balagueró hizo aquí un corto cuidado en las formas, de modo que el estilo está claramente dirigido a perturbar al espectador: fotografía en blanco y negro, iluminación en juegos de claro-oscuro, inexistencia de diálogos, sonido distorsionado... El problema a mi entender es el típico de las obras primerizas: le falta fondo o contenido real, de modo que los cuidados aspectos formales terminan por crear una sensación de artificiosidad. Balagueró intenta superar su falta de originalidad a base de provocación y macabrismo gratuitos. He leído en la sinopsis que la peli trata del sacrificio o secuestro de una muchacha tras su primera menstruación, yo al verla no había pillado ese aspecto, la chica está demasiado crecidita. Todo lo demás es una extraña mezcla de anticlericalismo, sexo y sadismo, pasado por un tamiz vampírico. Balagueró parecía aún más preocupado en rendir culto a sus directores más admirados que en comunicar algo propio