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Voto de Enrique Castaños:
8
Drama
Retrato realista de una familia trabajadora pobre a finales de los años veinte en Praga: la madre lavandera cuyo entierro se lleva a cabo después de que ella misma se quema; el padre alcohólico; la hija manicurista que queda embarazada...
22 de febrero de 2021
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"Así es la vida" ("So ist das Leben" / "Takový je život" / "Such Is Life"). Dirigida por Carl Junghans (1929). 62 m. Muda. B/N. Guión: Carl Junghans. Cámara: László Schäffer. Productor: Carl Junghans. Producción germano-checa. La película se rodó en unas pocas semanas, en Praga, a partir de abril de 1929. Se estrenó en Berlín el 24 de marzo de 1930, proyectándose en Praga el 9 de mayo. Fue un fracaso, pues ya había aparecido el sonoro. El crítico e historiador del arte Kay Weniger (Berlín, 1956) la calificó de obra maestra del cine checo. Duro contraste entre la pequeña fiesta de cumpleaños de la lavandera, organizada por unas vecinas amigas, y la taberna de mala reputación donde juega, bebe y se divierte con otra su marido. La película también fue alabada por el crítico polaco e historiador del cine Jerzy Toeplitz (Jarkov, Ucrania, 1909 – Varsovia, 1995). Película expresiva y falta de sentimentalismo. Naturalismo. Crítica social. Fondo religioso cuando la cámara recoge esculturas públicas de motivo cristiano en el célebre Puente de Carlos de Praga. Canto de cisne del cine mudo checo.
Reparto:
*La lavandera (Vera Baranovskaya, la protagonista de "La madre" de Vsevolod Pudovkin).
*El marido de la lavandera, (Theodor Pistek).
*La hija de ambos, que ejerce de manicura (Maná Zenísková, en la vida real esposa de Theodor Pistek).
*La camarera-prostituta (Valeska Gert).
*El novio de la manicura (Wolfgang Zilzer).
*El sastre, marido de una vecina amiga de la lavandera (Jindrich Plachta).
*El pianista del local de mala reputación (Eman Fiala).
Reparto:
*La lavandera (Vera Baranovskaya, la protagonista de "La madre" de Vsevolod Pudovkin).
*El marido de la lavandera, (Theodor Pistek).
*La hija de ambos, que ejerce de manicura (Maná Zenísková, en la vida real esposa de Theodor Pistek).
*La camarera-prostituta (Valeska Gert).
*El novio de la manicura (Wolfgang Zilzer).
*El sastre, marido de una vecina amiga de la lavandera (Jindrich Plachta).
*El pianista del local de mala reputación (Eman Fiala).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Narra los últimos días de la existencia de una abnegada esposa y madre (Vera Baranovskaya), que, además de ocuparse de todas las duras tareas domésticas, trabaja como lavandera para algunos vecinos, con el fin de aportar un poco de dinero a la familia. A veces tiene que trasladarse a orillas del Moldava para realizar su penosa labor. Su única hija (Maná Zenísková), joven y guapa, tiene un novio apuesto y decente (Wolfgang Zilzer), aunque ella se quedará embarazada de él, agravando así la preocupación de su madre, que la consuela afectuosamente, y la situación de su familia. Lo peor es que es despedida del salón de belleza donde trabaja de manicura, no por culpa de ella, sino porque algunos clientes intentan propasarse con la joven descarada e impunemente. El padre (Theodor Pistek), un obrero que tiene un empleo de muy baja cualificación, pues es un peón en una empresa que muele piedras para la construcción, es un borracho, un mujeriego y un holgazán. Frecuenta la taberna, se entiende con una prostituta del local (Valeska Gert) y trata sin ninguna consideración a su sufrida esposa. Un grave accidente doméstico, en el que la lavandera, a fin de proteger a la hija pequeña de una vecina que se asoma peligrosamente a la ventana, cae con fuerza en el suelo y se quema con el agua hirviendo que contenía el barreño donde estaba lavando, resulta fatal. Su agonía dura uno o dos días. El marido parece contrito, pero no queda claro si volverá a las andadas. La hija se supone que se casará con su novio. La que lo ha perdido todo, incluso la vida, es la anónima madre, la lavandera, arquetipo de mujer abnegada y trabajadora de una familia pobre. En el momento de morir, se escucha cómo unas voces cantan ¡Aleluya! Cuando observamos a los familiares y vecinos después del entierro de la desgraciada mujer, comprendemos mejor el título. Pronto se olvidarán de ella.
Enrique Castaños
Enrique Castaños