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España España · Santa Coloma de Gramenet
Voto de Chacal:
8
Ciencia ficción. Acción. Drama. Fantástico Godzilla, fuerza destructiva insondable para el hombre, resucita en el Tokio de hoy en día para acosar de nuevo a la civilización. Apremiado por la muerte y la desesperación, Japón deberá encontrar el poder para superar este desafío. Primera película de Godzilla realizada en Japón desde "Godzilla: Final Wars" (2004) de Ryuhei Kitamura. Dirigida por Hideaki Anno ("Evangelion") y Shinji Higuchi ("Attack on Titan"). (FILMAFFINITY)
1 de julio de 2020
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Godzilla (2014), la nueva versión americana del saurio radiactivo dirigida por Gareth Edwards, pese a que levantó cierta polvareda por las escasas apariciones de su monstruo protagonista y otros evidentes errores sí que fue un film que estaba por encima de la media, personal y más en la línea de los clásicos japoneses. Su éxito a nivel mundial provocó que la Toho anunciara, para sorpresa de muchos, que ellos también iban a hacer una nueva entrega de Godzilla. Un film que no tuviera nada que ver con el universo abierto por la última entrega americana. Esto supondría la primera entrega japonesa del monstruo desde el fracaso de Godzilla: Final Wars (2004). Godzilla, por fin, volvía a casa. La primera gran noticia fue cuando se anunció quien iba a encargarse del proyecto. Nada más y nada menos que Hideaki Anno y Shinji Higuchi. Higuchi, maestro de los efectos especiales y responsable de los efectos revolucionarios de la trilogía de los 90 de Gamera, un hombre que ha sabido darle una nueva óptica y modernización a los efectos tradicionales del género. Hideaki Anno es un caso aparte, una figura única e increíblemente personal. Responsable de Neon Genesis Evangelion (1995) serie anime sobre el que se han vertido ríos de tinta y que supuso un antes y un después en el mundo de la animación japonesa, una serie inagotable y fascinante. Sus trabajos tienen un estilo muy peculiar y marcado. Ha dirigido films de imagen real como la interesantísima Ritual (2000). La Toho le propuso el proyecto de Shin Godzilla a Hideaki Anno justo cuando éste estaba pasando por una de sus depresiones tras acabar con Evangelion 3.33 You are not redo (2012), pese a que rechazó inicialmente la oferta, la acabó aceptando al enterarse de que su amigo (desde los años 80) Shinji Higuchi también estaba dentro del proyecto. En palabras de Anno: “encargarse de Shin Godzilla y dejar temporalmente Evangelion, me salvó”.Con estos dos directores al frente, la nueva entrega de Godzilla iba a ser cuanto menos interesante y diferente a lo acostumbrado.

Entrando en materia, Shin Godzilla (2016) me ha roto todos los esquemas. Esta nueva entrega supone muchas particularidades. Un film (por primera vez en la saga) que es un completo reboot que no tiene en cuenta ninguna de sus entregas previas. Japón se enfrenta a la amenaza de Godzilla por primera vez y en la actualidad. Shin Godzilla rompe con los patrones del género y los renueva totalmente en una estrategia arriesgada. Este Godzilla no tiene nada que ver con los anteriores, hecho que espantará o se amará por igual. La trama se inicia con una misteriosa erupción submarina la cual pone en alerta al gobierno japonés quien ve impotente como de la bahía de Tokio aparece una criatura grotesca que empieza a destruirlo todo.
Uno de los puntos más destacables de la presente cinta es que recupera a Godzilla (y de forma más explícita que nunca) como metáfora y simbolismo para retratar los problemas del Japón actual y de su gobierno.

La tragedia de Fukushima en 2011 y la pobre respuesta del gobierno para resolver el desastre sirven de contexto para Shin Godzilla al igual que las bombas de Hiroshima lo hicieron para la original Japón bajo el terror del monstruo (1954). Dicha propuesta hace que el film sea el más político y burocrático de la saga y con mucha diferencia. Parte de culpa de la óptica tan singular del film es obra de Hideaki Anno quien imprime a la presente entrega de sus habituales obsesiones y estilo.
La parte política es el aspecto más arriesgado y peliagudo del film ya que se tiene que poner mucho de tu parte para aceptar si entras o no en el juego que propone el film. Una propuesta que provocará fascinación o rechazo a partes iguales y ya explorada en el Godzilla de 1984 pero llevada, en esta ocasión, al límite. Todo esto hace que un 80% del film está narrado entre pasillos y despachos, con docenas de personajes diferentes disparando diálogos a velocidad de vértigo, a mil planos por segundo e intertítulos por doquier… Un estilo narrativo que el que esté acostumbrado al estilo de Anno aceptará sin demasiados problemas, aunque agobiará al público en general.

Dicha parte política sirve para que el film critique e ironice sin tapujos a la inoperancia del gobierno japonés engullido por la lentitud de la burocracia y repleta de viejos dinosaurios acomodados que mantienen en la sombra a un equipo joven y renovador a los cuales no se les da ninguna oportunidad. Esta crítica provoca que se plasmen momentos calcados a la realidad de 2011 como el del primer ministro japonés anunciando a los medios que la bestia gigantesca no tomará tierra cuando a la vez el monstruo está destruyendo la ciudad. Un aire paródico que rodea tanto a las decisiones políticas como al aspecto de chichinabo de la primera forma de Godzilla y que ocupan la primera parte del film. Una vez llegamos al epicentro del metraje nos adentramos en terrenos cada vez más serios y donde se tratan conceptos fascinantes: pesadillas del pasado, el espíritu del intervencionismo americano, la dependencia de Japón frente a los EEUU... Fukushima, Hiroshima y la posibilidad de la caída de una tercera bomba atómica en Tokyo son temas que aborda el film y resultan apasionantes dejando frases demoledoras en este sentido: “La confianza y orgullo del gobierno imperial japonés provocó la muerte de miles de personas en la II Guerra Mundial”.
Godzilla en este film se aparta de todo lo visto anteriormente (y tras 30 películas se agradece), ya que el monstruo no solo demuestra tener nuevos poderes destructivos (ahora sus rayos radiactivos también le salen de su espalda) sino que va evolucionando a lo largo de la película adoptando diversas formas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chacal
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