Esto es CINE sí, por supuesto; y con mayúsculas. Con trabajos como estos, confirmo que no soy yo quien no encuentra lo que siempre busca. Da igual el género, la temática, incluso su duración. Cuando descubro una obra de arte, me arrodillo ante ella.

Jackie Brown es muy larga, si, pero cargada en intensidad; escenas con dobles y triples lecturas dotadas de auténtica simbología estimulante. Los personajes se definen conexos, entregados a través de secuencias que juegan y se calibran con un espectador... que, más que nunca, ha de permanecer vigilante.

Me interesa tanto el mundo de las armas como que llueva en Hong Kong; y es en ese punto de inflexión, donde se confirma la maestría de Quentin Tarantino, como talentoso narrador cinematográfico para captar la atención, focalizando el interés con parámetros de absoluta solidez.

Samuel L. Jackson, había cumplido 49 años cuando se rodó, su aspecto físico se encontraba muy alejado de alguien de su edad, parecía más joven, pero entonces ya contaba con ese poso que solo el tiempo entrega.

Un elaborado trabajo de casting por parte de Hugh Dillon. El guión del propio Tarantino, que en esta ocasión utilizó la novela de Elmore Leonard de la cual extrajo buena parte de diálogos con escasas modificaciones del original.

Nunca está de mas revisarla. EXCELENTE.