Su superficialidad resulta tan profunda, que... ASUSTA. Rodada hace casi 17 años, Angelina Jolie aceptó un papel que tal vez desde la perspectiva actual, la hubiese avergonzado.

No se encuentra dotada de una entidad dramática creíble, las caras de la protagonista parecen de plano secuencia, siempre las mismas desde su misma emoción... El guión quiere presentarla como una pobrecilla que vive en su irrealidad, y verdaderamente no hizo falta mucho esfuerzo interpretativo para lograrlo.

En esta ocasión, estoy más de acuerdo con los críticos profesionales que con la nota global obtenida en esta página. Sigo pensando que los usuarios son extremadamente generosos.