Considero que Charlotte Rampling se encontraba en el mejor momento de su carrera para interpretarla. Aporta credibilidad al personaje gracias a su dura imagen, donde se aprovecha suficientemente el talento de la actriz; algo que no sucedía habitualmente al haber gestionado la mayor parte de sus trabajos a través de papeles secundarios, en ocasiones intrincados y espinosos.

Dotada de un ritmo armónico y acompasado, se recrea sin ralentizar la historia, haciendo que disfrutes de una colección de secuencias que, relajadamente van poniéndonos en situación. Acierta en el elocuente relato visual, permitiendo al espectador sacar conclusiones, incluso de los más pequeños detalles.