A pesar de tener un presupuesto alto y contar con un director de prestigio como Doug Liman (Al filo del mañana, Caso Bourne) la película no consigue remontar, quedando desaprovechadas un montón de buenas ideas y metáforas desperdiciadas.

La trama tiene lugar en un planeta llamado Nuevo Mundo y gira en torno al joven Todd Hewitt que tiene la impresión de que gran parte de su vida ha sido una mentira. Un planeta donde no hay mujeres y la comarca donde vive esta controlada por un cruel alcalde. Cuando una joven se estrella con una nave todo se descontrolara... 

Una peculiaridad que tienen los hombres es un fenómeno conocido como el Ruido, sus pensamientos quedan al descubierto y pueden leerse fácilmente por otras personas, algo que se representa como una especie de humo que rodea sus cabezas y que incluso puede adoptar formas.

Tom Holland y Daisy Ridley tienen una química buena, con una inocencia e ímpetu propios de su juventud, Aunque su magnético hubiera mejorado muchísimo si el guion hubiera sido mejor. En el reparto también figuran David Oyelowo, Demián Bichir, Cynthia Erivo y sobre todo el gran Mads Mikkelsen interpretando al cacique del lugar.

Una exposición y un final algo apresurados con algunas escenas interesantes, pero que carecen de la tensión propia de una cinta de ciencia ficción como esta.
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