Con la explosión reciente del movimiento feminista, hemos asistido a una invasión de contenidos relacionados. Muchos truños que incluso te avergüenzan de militar pero también joyas como esta.

La peli sabe lo que quiere contar y cómo. Lo político sirve de cimiento para lo realmente importante: trama, personajes y emociones. Con un tono muy personal, consigue combinar el realismo con la imaginación, moviéndose entre la fantasía que permite toda ficción y la sensación constante de verdad. Los personajes están retratados con audacia y sensibilidad: el relato se mueve entre la comprensión al otro cuando procede y la falta de piedad atrevida y valiente cuando también lo merece.

El encaje de elementos era realmente complejo pero el resultado es profundamente preciso y actual. Espectacular ópera prima.