Han pasado diez años y los protagonistas ya no son dos pipiolos idealistas que se creen muy profundos, ahora sus experiencias vitales les han moldeado, son más maduros, más realistas, más irónicos y consecuentemente, la película también lo es. Mientras que en la primera parte algunos diálogos me parecían demasiado banales y artificiosos, en ésta el guión es sublime, 80 minutos dura la película, 80 minutos reales de un paseo por París hablando sin parar sin que sobre nada. La puesta en escena y la fotografía confirman la mejoría del director con el paso de los años. La química entre los dos protagonistas vuelve a ser sublime, no estarían pillados de verdad el uno por el otro? porque se nota mucha naturalidad en los dos, sobre todo en él, cómo sonríe y cómo la mira, parece enamorado de verdad.

No hay "te quiero más que a nada en este mundo", ni siquiera besos, y en cambio me parece una de las películas más románticas que he visto. Si el cine tiene que imitar a la vida, esta película lo logra, porque la vida es bonita pero también dura, es realista e idealista, es romántica y es trágica. Y por ello conecta más conmigo que ese montón de películas ñoñas artificiales hollywoddienses que salen cada año.

La escena del coche es sublime y creo que plasma a la perfección la diferencia entre cómo conciben las relaciones los hombres y las mujeres. Nosotros le damos más importancia al sexo y a la chispa de la pasión y ellas a partir de cierta edad se la dan a la estabilidad, imagino que miles de años de evolución nos han determinado. Psicología y biología evolutiva. Sigo en spoiler