Si a cualquier cinéfilo le damos unos cuantos datos técnicos "motivadores" de una determinada película ya casi lo hemos convencido de que le va a interesar, suponiendo que no la conozca, cosa casi imposible para Rio Bravo, todo un western clásico de finales de los '50.

En este caso, es suficiente con comentar que la dirige el maestro Hawks, que es un western de los de toda la vida, que fue hecho en 1959, que actúan John Wayne ¡que además hace de sheriff!, Dean Martin y Walter Brennan, entre otros. Con esto bastaría para interesar a cualquier persona que ame el Cine. ¡Ni te cuento si es fan habitual de este género! Yo tengo las dos características, así que nadie debe esperar en esta crítica algo distinto a elogios y admiración por mi parte.

Dean Martin hace probablemente el mejor papel de su carrera, el alcohólico Dude, ayudante del Sheriff Jhon T. Chance junto al entrañable Stumpy, personaje de edad, cojo y cascarrabias pero absolutamente adorable, sensato y eficaz (Walter Brennan).

Son personajes con dignidad, con sus virtudes y defectos: el personaje de John Wayne es un hombre de pocas palabras pero intachable sentido del deber y la responsabilidad, torpe en relaciones humanas, no sabe ni relacionarse con una mujer, de hecho, cuando llega al pueblecito Feathers, Angie Dickinson, será esta quien asuma la iniciativa ante el confuso sheriff en su relación sentimental. Tampoco es hábil en amores Dude que relata sus fracasos anteriores y se muestra inseguro, a pesar de su enorme capacidad como agente de la ley, por culpa del alcohol. Feathers es también un personaje digno, que pelea por su honor cuando su acompañante es pillado haciendo trampas mientras juega a las cartas. Y también lo son Colorado (Ricky Nelson) joven individualista y algo presuntuoso pero eficaz, respetuoso y honesto y Carlos y Consuela Robante (Pedro González y Estelita Rodríguez) el matrimonio mexicano que ayuda en todo momento a nuestros héroes y aportan sencillez, humildad y buen hacer.

Los antagonistas, villanos a los que Hawks no describe en profundidad, son los mezquinos Burdette, caciques que comandan su pequeño ejército de mercenarios y pretenden dominar la vida de las gentes del pequeño pueblo. Joe Burdette (Claude Atkins, el archifamoso actor, para los que tenemos cierta edad, de la serie de tv En ruta, a pesar de que tiene una exitosa y amplísima carrera cinematográfica) es un mezquino pistolero, hermano de Nathan (Jhon Russell) el jefe de tan despreciable banda. Personajes, obviamente, indignos, en contraposición de los buenos de esta historia, clásica en planteamiento, desarrollo y resolución.

Howard Hawks es famoso por los brillantes y ocurrentes diálogos de muchas de sus películas. En Rio Bravo no es lo más destacable pero el talento del maestro está presente en cada plano, en la puesta en escena, en el ritmo narrativo, en el relato que engancha inevitablemente al espectador y lo hace cómplice de la lucha entre el bien y el mal. No hay un momento de respiro, no hay reflexión sobre la vida, sobre la esencia de las cosas, Rio Bravo es una película épica, emocionante, muy divertida.

El Western nos ha regalado muchas películas memorables. Tengo la sensación de que las que se titulan comenzando por la palabra Río son todas imprescindibles. Hawks tiene Río Lobo, Río de sangre, Río Bravo y la mejor de todas: Río Rojo. Ríos que desembocan en el mar del talento.
¡Disfruten!