Peter Jackson vuelve a realizar un obra maestra después de impresionarnos con "La Comunidad del Anillo". Se ve a kilómetros que es un fan incondicional de la obra de Tolkien, y realiza una adaptación soberbia cuidando cada detalle y cada matiz que el autor describe en su libro.
Esta segunda parte está a la altura de su predecesora, contando con una gran calidad. Sus cuatro horas de duración pasan rápido al involucrarse uno fácilmente en las aventuras de Frodo y sus amigos.
La historia en esta ocasión está mas dividida debido a que el grupo se fragmentó al final de la primera parte. Por consiguiente la película se centra en tres grandes bloques: uno con Frodo y Sam; otro con Merry y Pippin; y otro con Aragorn, Legolas, Gimli y Gandalf. Tres historias paralelas con un mismo destino: acabar con el Sauron y el poder del anillo que está destruyendo la Tierra Media.
Sin lugar a dudas le película es fantástica. Cuenta con una historia que engancha desde el principio hasta el final, siendo una adaptación muy fiel a la obra del autor inglés. Además, el film cuenta con unas buenas interpretaciones de todos sus actores; los cuales nos regalan unos personajes maravillosos.
No hay que olvidar su conocidísima banda sonora, que ya se ha hecho un hueco en el mundo de la música. Y por supuesto esos efectos especiales que hacen que todo lo irreal no parezca serlo. Las ciudades, las batallas, los seres... Todo resulta tan real y cercano, que no parece que haya nada realizado por ordenador.
La película está planteada de manera muy inteligente, haciendo que las tres historias se entrecrucen perfectamente. Uno puede notar perfectamente el ritmo que lleva cada parte, haciendo que congenien fácilmente las impresionantes batallas con los momentos de camino hacia el Monte del Destino.
En fin, una segunda parte que no tiene nada que envidiar a la primera entrega. Un film que se disfruta en todo momento gracias a lo indicado anteriormente, además de un proceso de maquillaje y diseño artístico pocas veces visto en el cine. Cada objeto y cada rincón está cuidados hasta el más mínimo detalle.