Bernardo Bertolucci dirigió en 1987 una de sus mejores películas, y una de las más galardonadas de la historia del cine con 9 Oscar; incluyendo el de mejor película, dirección y guion entre otros.
Se trata de un film de casi tres horas de duración que narra el hecho histórico del último emperador que tuvo China antes de que el país se convirtiera en una República. Se exponen los años que ese joven estuvo encerrado en su palacio en la gran Ciudad Imperial durante décadas, hasta que fue expulsado para que fuera tomada por el pueblo chino. Un emperador que desde que fue niño vivió ajeno a lo que le sucedía a su pueblo ya que siempre estuvo aislado del mundo exterior; y que al salir se dio de golpe con una realidad cruel y devastadora; que se tambaleaba entre guerras y con fuertes cambios políticos.
La película resulta muy interesante y engancha desde el principio. No obstante, en sus casi tres horas de duración cuenta con ciertos momentos que hacen que tiren mucho para abajo la trama; produciendo que el interés se pierda en algún momento puntual.
Un film que cuenta con una estética preciosa y cuidada, que nos lleva de la mano a un mundo imperial y obrero de una época que parece muy lejana; pero que en realidad es cercana. Muchos detalles hacen que la estética sea llamativa; y cuenta con una gran utilización de esos colores rojos y dorados que tanto caracterizan a los emperadores chinos.
Por otro lado, su impresionante banda sonora es fantástica. Se ha convertido en una de las bandas sonoras más reconocibles de la historia, y emocionan cada una de sus melodías; las cuales acompañan a unos personajes que viven tiempos compulsos. Un protagonista que desde que fue un niño fue criado para ser un emperador, y vivir por encima del resto de la población.
En fin, "El último emperador" es una gran película imprescindible de ver que y cuenta con una historia que resulta muy entretenida y no aburre. La narración de un hecho histórico clave para la historia de China, la cual está interpretada por grandes actores entre los que destaca Peter O'Toole; y dirigida magistralmente para el gran director Bernardo Bertolucci. Una mítica película que aguanta con maestría el paso de los años.