El actor Chazz Palminteri se pone detrás de las cámaras y dirige esta película navideña de historias paralelas, que poco a poco se van entrelazando, y que cuenta con ciertos toques mágicos tal y como tienen este tipo de historias.
La película cuenta con la colaboración de grandes actores que se suben al carro navideño, para hacernos llegar a nuestro hogares historias entrañables y tiernas que transcurren en un día totalmente familiar, y del que todo el mundo espera felicidad y cariño.
La película es tierna y entretiene. Pero al final del todo resulta solamente sensiblera y ñoña, llegando a ser una más del montón de este estilo.
Hay historias y personajes que atraen mucho más que otros. Eso hace que uno sienta cierta predilección hacia algunos personajes, ya que uno conecta mucho más fácilmente con lo que viven y con lo que le depara la noche mágica por excelencia.
Los actores realizan un trabajo correcto. La verdad es que no llegan a destacar unos más que otros, aunque si tuviera que quedarme con alguna interpretación sería la de Susan Sarandon. Ella vuelve a demostrar el inmenso talento que tiene, y nos ofrece una actuación totalmente emotiva que ahonda en uno fácilmente. No obstante, tanto Alan Arkin, como Robin Williams, Penélope Cruz y Paul Walker, defienden bastante bien sus personajes y el espíritu de la Navidad traspasa su piel.
En fin, nos encontramos ante una película que es perfecta para una sesión de tarde. No va con ninguna pretensión, y no creo que su director la buscara. Es verdad que aun así uno espera un poco más del film, ya que su elenco da para ello. Pero bueno, al final uno se queda con una película entretenida perfecta para verla junto a un buen turrón, una variedad de mantecados y un buen cesto de nueces. Un acompañamiento perfecto para poder compensar lo que le falta a la historia.