Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Manu_el_Ruiz:
6
Romance. Drama C.S. Lewis (Anthony Hopkins), profesor de literatura en Oxford, es también un escritor de gran reputación. Es soltero y vive con su hermano de forma casi monacal, totalmente desconectado de la realidad, encerrado en el mundo de la enseñanza y los libros. Un día irrumpe en su vida Joy Gresham (Debra Winger), una poetisa estadounidense divorciada y gran admiradora suya, que está de viaje por Inglaterra con su hijo (Joseph Mazzello) y ... [+]
10 de noviembre de 2011
22 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Tierras de penumbra” es ante todo una película mediocre, pero de enfermiza belleza; de atractivo envoltorio y sugestiva trama, aunque acartonada, alargada y un tanto hueca y efectista, dentro de su excesiva contención formal. Attenborough parecía tanto el director adecuado, por el rigor narrativo con que filma sus películas, como el inadecuado, porque suele incluir aburrida sobriedad y plomiza divagación discursiva.

“El dolor de entonces es parte de la felicidad de ahora”, “El hombre elige el sufrimiento. El dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces. Ese es el trato”… El dolor, físico y emocional, actúa como desencadenante de tanta abstracción, más o menos esforzada, a la que se entregan de manera consciente los protagonistas, y sobre todo C.S. Lewis, que aparece como un ser triste, amargado y sombrío. Sólo sabemos que ama o que ha sentido la felicidad porque lo dicen sus palabras, nunca sus gestos ni su mirada. El profundo mensaje, que la película pretende transmitir, queda vacío de contenido por lo poco definidos e imprecisos que resultan sus protagonistas, a pesar del esfuerzo de los actores. Nunca vemos amor entre Lewis y Joy, ni deseo, ni sexo; sólo estoicismo, entre frases y escenas de pretendido impacto dramático. Son dos seres grises, mortificados, de parca capacidad emocional, destinados al dolor y a la resignación, como si fuera el precio a pagar por las inquietudes del alma.

“Tierras de penumbra” es una película demasiado esteticista, tanto en su fisicidad como en las inquietudes de sus personajes. En un trascendente momento, Joy Gresham expone a Lewis lo que siente. Attenborough los muestra en un plano general, frente a frente. El espacio es la campiña inglesa, el plano distante, es hermoso. Attenborough parece sentir pudor por lo que hablan y se mantiene a una cierta distancia, respetando su intimidad. De repente, en mitad del dialogo, pasa a un primer plano y a un tópico y vulgar contraplano. Attenbourg ha dejado de respetar esa intimidad, ya sólo le interesa la estética de la planificación.

El problema de “Tierras…” es que su director se preocupa por crear ambientes y personajes adecuados a su discurso cinematográfico y abandona la intensidad del problema emocional en que viven. A pesar de la calidez de su fotografía, es una película fría, hueca y, lo que es peor, torpe. Attenborough realiza su film con desapego hacia el discurso moral y ético que la historia conlleva, se aleja de sus personajes y sólo parece interesado en crear un ambiente sugestivo, puramente formal, con que llamar la atención del espectador.

“Leemos para saber que no estamos solos”… Lewis sabe lo solo que está por mucho que llegue a leer. Parece que un tremendo vacío existencial y una profunda amargura le lleva a sentir que la felicidad es complemento del dolor, como una forma de redención a sus profundas dudas existenciales.
Sólo los seres tristes y apesadumbrados viven confinados en sombrías “Tierras de penumbra”
Manu_el_Ruiz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow