Difícil, muy difícil tratar de digerir semejantes productos, que uno no sabe ya ni porque dignarse siquiera a regalarle unas palabras. Pero así se insta uno al ejercicio de reflexionar.

Este film, carente de toda esencia interpretativa posible, trata de hacerse único e impresionante, con cameo más que cutre y carente de brillantez en su ejecución y desarrollo. Una puesta escénica pobre, muy pobre, con planos fijos y personajes burdamente estáticos, no hay dinamismo en toda secuencia presentada del largometraje.

Duele dirigir estás palabras a un gran director con tanto renombre, pero Raimi, parece que este proyecto te quedó demasiado grande. llevabas a la espalda trabajos tan puros y espectaculares, como su enorme e insuperable trilogía del aún más enorme Spiderman.

Considero por supuesto que no toda la culpa recae sobre este. Pues si queremos tener en cuenta las películas por lo suponieron en la historia, y ser ampliamente recordadas, deberá esta poseer y objetarse de un buen guión, por lo menos que cumpla, que no es el de este caso por supuesto, el guion es lo que permite trabajar como es debido a el director, y a los actores como debe ser.

Así pues, Michael Waldron, también queda declarado CULPABLE en de este delito.

¿Ver o no ver?

Como siempre, yo recomiendo la experiencia íntima y personal, a la hora de valorar cualquier tipo de película, aunque en este caso la situación se tuerce un poco, sigo firme con mi respuesta, así que aclárese usted mismo las ideas, y compártalas si así lo desea.

Zambullete.gañan.