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Voto de El monito de los txokofriskis:
2
Drama Finbar McBride odia ser el centro de atención, pero pasar inadvertido midiendo menos de uno treinta y cinco es imposible. Él, que nació aquejado de raquitismo, querría llevar una vida de aislamiento, disfrutando de su única pasión: los trenes. Por ello, se instala en una estación de tren abandonada de New Jersey, pero poco a poco y sin querer, se va relacionando con sus escasos vecinos. Olivia Harris es una artista que lucha por superar ... [+]
19 de marzo de 2006
36 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hola amigos y freaks del mundo del cine, antes de nada me gustaría deciros que la critica de esta película daría para líneas y líneas de comentarios, pero intentaré ser breve. La película empieza casi igual que como acaba es decir con letras y nombres de peña que no conoce nadie, a continuación, sale un abuelote que regenta un comercio y nadie sabe quién es, pero eso da lo mismo porque no se le ocurre otra cosa que palmarla. Ahí nos damos cuenta de que era amigo de nuestro querido protagonista. Aquí me surge la primera duda porque el abuelote le deja como herencia una estación de tren cuando durante su vida no le dirige ni la palabra al protagonista, la solución es sencilla se comunican telepáticamente.

Entonces nuestro colega decide irse a vivir a la estación, si, al quinto pino con los sureños que como todo el mundo sabe, son gente muy respetuosa, y ya que en la ciudad se reían de el, no se le ocurre más que ir a un pueblo del sur de Estados Unidos, el tío es pequeñito pero muy listo como se puede apreciar.

Allí conoce a todo tipo de gentucilla, el más interesante es el cubano porque es como un crío, es un tío muy cansino que no sabe mas que ir detrás del protagonista dando la chapa, es como el típico compañero pesado del instituto, solo que este está cachas y tiene un carrito de perritos calientes y cafés. Luego está la separada que perdió a su hijo en un trágico accidente, según palabras textuales se cayó de las barras de trepar, después de mucho comernos el tarro dedujimos que se trataban de unas escaleras, ahí el director se permite una metáfora para dejar al espectador alucinado y está claro que lo consigue.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El monito de los txokofriskis
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