A no confundirse, he visto las producciones de la edad de oro de la Hammer, y en La mujer de negro tenemos un pro y un contra. Por un lado la ambientación, la fotografía y hasta determinados planos "caseros" nos ofrecen lo mejor del terror clásico. En ese aspecto estamos ante una peli de tonos apagados, áspera y, sobre todo, insoportablemente árida. Ese pseudo desierto de lodo que rodea a Radcliffe no es otra cosa que una proyección de su propia melancolía. Es cierto, se siente la pérdida en él, no tanto como una carga sino como algo que el prota mismo se rehusa a abandonar, y es que nos encontramos ante un personaje depresivo como pocos que se regodea en su propio fracaso.

La contra: La Hammer no era una acumulación de sustitos al uso, algo que en más de un momento cobra forma en La mujer de negro de manera seriamente peligrosa. Es un encadenamiento de golpes de efecto que avanza hacia un climax que de tanto esperarlo se me hizo demasiado llano, demasiado poco que contar y mucho para saltar de la butaca. Pero ese tipo de miedo se te va a la primera distracción, y la peli definitivamente no logra escabullirse de eso, de su propia brevedad temática. Porque hay una historia, como no, pero salta a las luces que no es lo importante, cuando la Hammer se especializaba en eso: en realizar guiones que sostenían al producto y que llevaban consigo momentos de tensión, y no al revés.

El mercado se devoró a la idea antigua siempre vigente. La Hammer sigue estando, pero en La mujer de negro solo se apega a marcar un contexto, un juego de luces o una fotografía lúgubre. La idea se hunde detrás de todo eso. En cuanto a Potter/Radcliffe: vale la pena su cambio de registro, si bien es cierto que eligió un nivel intermedio. Su personaje es creíble, pero también contenido por un contexto que lo supera y en cierta forma lo relega a un segundo plano. Queda muy claro que él posee su pasado activo, pero también está claro que hasta la mujer de negro es más relevante en la historia.