Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Juan Rúas:
6
Drama El polémico Larry Clark -director de 'Kids' (1995)- y el reputado director de fotografía Edward Lachman, codirigen este drama -con abundantes escenas de sexo explícito- sobre un grupo de adolescentes que viven en una zona residencial de Visalia, California, en el seno de familias de clase media. Tres chicos y una chica son amigos desde la infancia: Tate comparte casa con sus abuelos y con un perro de tres patas llamado Legs; le gusta ... [+]
28 de octubre de 2010
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace tiempo que esto no me pasaba: el tener acceso a una "obra maldita". Esas pelis que buscan la provocación, justificadamente o de manera gratuita, y que pueden provocar cualquier cosa, menos indiferencia. Ahora bien, analicemos un poco esta basura...

Uno de los protas, chaval tan desequilibrado como los demás, tiene un perro que le falta una pata.
Se llama "Patas".
En este chiste de humor negro se esconde el tono y el mensaje final de Ken Park: más vale no haber nacido, la vida es una puta mierda (sin ningún atisbo de sutileza), no hay futuro ni para tí ni para nadie, haciendo homenaje al tema punk que abre la obra.
Es demasiado evidente el tono lastrado y sucio que se busca: todo está dado vuelta, la estética es una apología a la anti estética, las escenas carecen de música...nada se salva aquí, se apela a lo inmediato y frontal, sin concesiones. Las escenas de sexo son cualquier cosa menos sensuales, se transpira lo desagradable como una naturalización del espanto cotidiano, en este caso enraizado en la institución base: la familia.
A diferencia de otras pelis de esta índole, Ken Park nunca se aleja de esta base. No juega por los laterales, no plantea las drogas, ni la prostitución ni la delincuencia, simplemente la familia. A través de ellas nos son devueltos un manojo de cuerpos desnudos, con planos detalle en las zonas fálicas: el sexo ya no como elemento vital sino tan sólo una expresión parafílica, denigrada y, esto es lo que cuesta perdona a la peli, vaciada de todo sentido.
Porque si la obra hubiera culminado en la anteúltima escena, el mensaje sería otro, pero la última secuencia nos devuelve al principio. Justamente ese principio que al no estar situados en contexto lo tomábamos como carente de todo sentido, pues justamente ese final corrobora el sin sentido final, y existencial, que domina la trama.

Imposible negar su fuerza de choque, su contundencia, pero si es perfectamente condenable verme situado allí, porque la peli se aleja de la empatía pero busca justificarse a sí misma, y que el espectador justifique "aquello", puros y duros golpes bajos. Eso no tiene porque tolerarse.
Juan Rúas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow