Bay es un promotor de pochoclo, con sus obras eficaces y sus entregas menos felices. Spielberg sabe donde invertir y si puede meter mano, mejor. Transformers lleva a la pantalla el sueño de los más pibes: ver robots buenos, malos, mutantes en cierta medida. Transformers es una idea industrial que se filtró a los dibujos animados, pero esa es otra historia.

Así como la historia y/o el guión de esta peli esta deshilachado por el constante fluir de arcoiris de colores sobre fondos apocalípticos, la trama se deja ver, no aburre. Lo que sí: es tal el exceso de efectos especiales al estilo cine catástrofe que por momentos uno no sabe lo que ve, solo está seguro de que existe un choque de fuerzas pero lo cierto es que el desenfreno de montaje más los petardos de ocasión forman un cóctel que marea. La historia es interesante y al parecer respeta bastante al dibujo original, pero a veces llevar una animación caótica al cine y desplegar la misma estética puede resultar poco conveniente.

Sin una gota de sangre que pueda hacer de esta peli una entrega no apta para menores de... Transformers nos da una sobredosis de ruido y luces, ese es su objetivo.