Forman se ha lucido, vaya que lo ha hecho porque, esta peli engaña desde sus posturas camaleónicas, desde un Carrey gracioso y trágico. Man of the moon es un homenaje a un artista cómico ya desaparecido: el resultado es una poesía que inspira a la risa más conmovedora.

Desde un comienzo de esos que inquietan a todos, Carrey se pone el traje de artista under que ha hecho de su vida un festejo constante, una puesta en escena donde los conejos que salen de la galera pueden no ser reales, sino de estopa o de algodón. La trama invita, engancha y tanto lo hace que te perdes en ella, porque nada en ella parece real. Todo se revela como un enorme telón de fondo con hermosos engranajes tan cuidados como ilusorios, al extremo de generar desconfianza en el espectador: ¿Creer o no creer? El problema que se denota en este recurso es su saturación, por momentos uno se suspende frente a una trama que da vueltas sobre si misma.

De una estructura similar al "Hombre de la bolsa", el espectador entra y sale de la trama como los protagonistas de sus locaciones y/o circunstancias...hasta ese final tán verídico como conmovedor.