Orfandad y desamparo. Elfen Lied, dentro de su hibridez natural en tanto mezcla de géneros, logra sintetizar por detrás de una supuesta mezcolanza la verdadera esencia, su razón de ser, lo que tanto busca: la carga afectiva honesta basada en un mundo patriarcal, donde las mujeres/niñas/bebés buscan el apoyo paterno.

Existen dos fuerzas de choque constante en Elfen, fuerzas que constituyen su estilo final: el gore vs. el afecto bien entendido. El gore es su forma, el recurso comercial para captar un público más amplio; mientras que el drama afectivo es el fondo. Se podría decir que forma y fondo funcionan en Elfen como si de Dios y el Diablo se tratara. Esta comparación no es caprichosa: LilIium, banda sonora introductoria a modo de canto gregoriano con letra bíblica, sirve como ejemplo y como pista cristiana para entender ciertas claves secretas detrás del animé. El factor patriarcal es muy importante en Oriente, al igual que los lazos familiares más tradicionales. Más o menos el mismo mensaje que intenta predicar el cristianismo mejor intencionado: fortalecer los lazos familiares en pro de fortalecer una sociedad estable a futuro.

Las mujeres son el centro, ya sean bebés, niñas o adolescentes. Todas, a su manera, buscan algo que se les ha arrebatado. Y lo buscan mutilando, arrebatándole a los demás eso que internamente ha sido mutilado en ellas. El aspecto gore también puede tener su doble sentido, aunque sería entrar en cuestiones demasiado técnicas y psicológicas. Lo cierto es que parecen muñecas mal articuladas, "babys dolls" sin dueño, siempre a punto de perder un brazo, o ambos, o las piernas, o ambas. El lado sexual de Elfen, siempre ligado a la castración femenina, aparece como murmullo de fondo, pero nunca adquiere un rol predominante.

Por último...la trama. Ligada inexorablemente a los personajes, sobran historias secundarias de la misma forma que sobran personajes extras innecesarios. Esto afecta al argumento principal, lo vuelve errático y disperso por momentos. El estilo narrativo no logra disimular cierta torpeza de base a la hora de plasmar ciertos hechos. Se me ocurre que Elfen Lied podría haber encontrado su punto culmine con menos episodios, o con menos personajes.

De una forma u otra, el afecto y la ternura se ven a kilómetros. No la ternura explotation de un gore comercializado, sino la ternura real, el verdadero amor entre padres e hijas, entre hermanos, entre prójimos. Cuando Elfen usa esas armas, gana de manera apabullante. Cada mirada de amor, cada lágrima derramada suena a la tuya o a la mía. Suena real, a obra sincera.