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España España · Almería
Voto de Gabriel Ufa:
7
Drama. Romance David, recién salido de la cárcel, y Maggie, que ignora quien es el padre del hijo que espera, deciden unir sus destinos cuando tropiezan el uno con el otro en una estación ferroviaria. (FILMAFFINITY)
7 de junio de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece ser que la primera película oficial de Bergman, “Crisis”(1945) fue un fracaso comercial, por lo que dejó de contar para la todopoderosa Svensk Filmindustri, al menos como director. Todo un palo. Pero por fortuna, un productor independiente, Lorens Marmstedt, le dio otra oportunidad, por lo que pudo dirigir esta cinta. Según Bergman en su autobiografía La linterna mágica, “fue él quien me enseñó a hacer cine”.

“Llueve sobre nuestro amor” se basa en una obra teatral, y en el guión interviene Bergman, pero no lo firma aún solo. Fue rodada en 4 semanas. En su momento la vieron unos 46.000 espectadores.

Bergman construye una historia de dos desarraigados sociales: una chica joven, bonita, pero con un pasado incasto y sin recursos ni siquiera para alimentarse, y un chico joven también de oscuro pasado, ex -convicto y con las mismas dificultades para prosperar. Ambos se enamoran e intentan salir adelante, luchando contra todas las trabas que les pone una sociedad para la que ambos están ya marcados. La pareja protagonista raya a gran altura.

Creo que la experiencia de Bergman en el teatro hizo que fuera un genio en la dirección de actores. Incluso en su segunda película, aún a años luz de “Persona”, la credibilidad y el desempeño de los actores es de un gran virtuosismo.

Con algunos “tics” de sobreactuaciones “emocionales” propios de los años 40, los actores están magníficos en su faceta dramática (el terreno cómico es otro cantar, como el matrimonio mayor o los dos vendedores ambulantes, lo peor con diferencia).

El panorama social que dibuja Bergman es francamente demoledor. ”Duérmete y no sentirás las punzadas del hambre”, llega a decir el protagonista.

El casero es de una apariencia sombría, amenazador, que alcanza lo tétrico. Hay un elemento que pasa casi desapercibido y es el tema de la soledad de este personaje. Está rodeado de fotos de sus hijos y nietos que lo han abandonado, fruto de su actitud hipócrita. Una de las preocupaciones existenciales que explorará en profundidad y que lo llevarán a la cima de los directores europeos.

La película recuerda a los melodramas clásicos, con tintes de fábula social (viñetas), un marcado romanticismo trágico y una pequeña dosis de neorrealismo. Y también un Bergman ya innovador.
Por ejemplo, hay un recurso un tanto extraño, moderno y muy atrevido de Bergman. Se trata del narrador, que al principio introduce la historia, mirando directamente a cámara. Luego, a la mitad aproximadamente, ese mismo narrador interviene en la historia en momentos ocasionales pero sumamente importantes, interactuando con el protagonista, al punto de convertirse en decisivo.

A pesar de esto, en su conjunto, es un Bergman directo, sencillo, buen narrador como siempre ha sido y cronista de la injusticia social. Bergman hizo más de 40 películas y evidentemente, hubo un aprendizaje y una evolución. Esta película pertenece a la llamada etapa de aprendizaje del cineasta, caracterizada por su temática variada y su mezcla de estilos. La estructura es de auge y caída clásica, pero ya demuestra ser un cineasta con un estilo personal y una preocupación por indagar en la psique de sus personajes.
Gabriel Ufa
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