La película comienza con un plano de un caballo tirando de una carreta que dura cuatro minutos veinte segundos, ¡La cantidad de cosas que deberá contar! Pues no, no cuenta nada que no se haya contado en los primeros cinco segundos y ya sería largo.

Este tipo de películas que, por que lo dicen algunos críticos, tienen que pasar a la historia del cine, espero que no lleguen nunca a hacerlo. Porque la verdad es que historia, la película tiene poca.

Daría igual que sólo sean treinta planos o quinientos, el problema es que los planos no cuentan nada. Una vez que ha contado el primer día, el resto es repetido. Si hubiese hecho un corto, seguramente habría sido el corto de su vida, pero es que cada cosa tiene lo suyo.

Esa obsesión por hacer planos secuencias en los que la cámara se mueve sola, sin seguir nada, para contar nada, hay momentos en los que deja cosas totalmente a oscuras o fuera plano y no ves lo que pasa, si es que pasa algo.

Diríamos que los actores están bien, si están estupendos, la verdad que ellos si están muy bien, y llegan a hacer su papel durante dos horas y media, solo que su papel no tiene mucho que decir.

La fotografía es bonita, te mete en ese mundo, pero es que en unos minutos estas aburridísimo.

No creo que esta película sea una película, diría que no llega a película