No entiendo algunas malas críticas... Alan Parker siempre ha pecado de lo mismo en sus pelis: ambientes mal sanos, argumentos desconcertantes, ritmo atropellado y por supuesto, una atmósfera inigualable.

Ésta película sería imposible rondarla hoy, pues el argumento es lo suficientemente alegórico, oscuro y herrumbroso que dudo mucho que alguna productora le diera el visto bueno. Pero en los 80' había un exceso de lo bueno y de lo malo, y afortunadamente Parker parió una de las mejores películas de terror-suspense.

Ver a Mickey Rourke buscando al misterioso Johnny Favourite, otrora cantante de gran éxito, pero en paradero desconocido. La desesperación con la que desarrolla su papel y lo truculento del ambiente, resulta tan perturbador como la misma escena en la que Robert De Niro pela sinuosamente un huevo y lo devora con una ansia atroz, símbolo del meticuloso plan trazado para dar con el escurridizo Favourite.

La mejor escena, los créditos finales con ese ascensor que evoca un descenso a los infiernos.