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Voto de Benjamín Reyes:
5
Ciencia ficción. Thriller. Acción En un futuro próximo, una opresiva fuerza policial mecanizada es la encargada de patrullar el crimen. Pero el pueblo se está revelando ante ello. Cuando Chappie, un policía androide, es robado y reprogramado, se convierte en el primer robot con la capacidad de pensar y sentir por sí mismo. Esto hace que fuerzas poderosas y destructivas empiecen a percibir a Chappie como una amenaza para la humanidad y el orden, y no se detendrán ante ... [+]
18 de marzo de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La carta de presentación de Neill Blomkamp en el mundo del celuloide se produjo en 2009 con “District 9”, una potente historia de ciencia-ficción que jugaba a la inversión de roles entre humanos y extraterrestres, y tenía el “apartheid” como trasfondo, que recaudó más de 200 millones de dólares en todo el mundo y cosechó cuatro nominaciones a los Oscar. Tras la entretenida “Elysium” (2013) regresa con “Chappie” a adentrarnos en una distopía futurista en la que humanos y androides andan a la greña.
Esta especie de híbrido entre “Cortocircuito” (1986) y “Robocop” (1987) parte de la premisa de la fabricación del primer robot con la capacidad de pensar y sentir por sí mismo, lo que sirve como catalizador a Blomkamp y a la guionista Terri Tatchell para tejer una sencilla parábola sobre la capacidad de elección de los seres humanos: capaces de crear y destruir al unísono.
“Chappie” aúna acción vibrante y conciencia social, que funciona a ratos, pero que decae en otros instantes, alejándose del gran nivel de “District 9”. Más allá de su calidad, lo interesante de este largometraje es que permite reflexionar sobre las diversas posturas acerca de la inteligencia artificial. Por una parte, el personaje interpretado por Hugh Jackman ve en un robot inteligente el fin de la Humanidad porque al fin y al cabo si una máquina puede pensar, ¿para qué se necesita al ser humano? Pero otros, como el creador de Chappie, Deon Wilson (Dev Patel, de la serie “Newsroom”), lo entienden como una forma de vida totalmente humana y como la última esperanza para la Humanidad. En el fondo la tesis que subyace en “Chappie” es irónica, ya que el robot protagonista es más sensible que la mayoría de las personas que pululan sobre la faz de la tierra. Para dar vida a este androide tan humano se contó con el actor Sharito Copley, al que hemos podido ver como Murdock en la versión cinematográfica de “Equipo A” (2010). Copley actúo ataviado con un traje gris que luego fue transformado por ordenador en un robot que es capaz de pintar, pero también de cometer un atraco.
Neill Blomkamp se vuelve a nutrir del ambiente de los bajos fondos de Johannesburgo (donde se rodó), de tal manera que dos de los personajes, Ninja y Yo-Landi, son raperos auténticos que responden al nombre de Die Antwoor. El principal acierto de “Chappie” son los certeros efectos especiales, obra de Image Engine, supervisados por Chris Harvey, y WETA Workshop, con un equipo de efectos físicos liderado por el supervisor de efectos especializado en utilería, Joe Dunckley.
En su debe, la banda sonora de Hanz Zimmer, que ya ha compuesto más de 120 partituras para películas, no termina de enganchar; como tampoco convence la actuación de Sigourney Weaver, que hace tiempo que no protagoniza un personaje digno de ser recordado desde “Mi mapa del mundo (1999) ¬–no, no me olvido de “Avatar” (2009)-. Atrás quedaron los tiempos de la saga Alien.
Benjamín Reyes
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