Lo siento, ojalá "Greenland: el último refugio" tuviese algo rescatable, pero resulta que no. Todo en ella es un absoluto despropósito. Imagino a los productores diciendo "oye, vamos a hacer una película sobre el fin del mundo con Gerald Butler de action hero corriendo de un lato a otro". Y luego, cuando vieron el resultado, abrieron la ventana del lujoso rascacielos donde tienen las oficinas la productora y comenzaron a lanzarse al vacío uno tras otro.

Porque "Greenland: el último refugio" promete una cosa, es realmente otra, además, es ridícula a más no poder. Nada en ella es original, todo lo hemos visto antes e incluso ese final que podría ser original, acaba elevando la ridiculez de esta película a niveles delirantes.

Reconozcámoslo, esta película de catástrofes sin catástrofes no es más que una película de Gerald Buttler corriendo de un lado a otro intentando proteger a su familia y esquivando meteoros con un coche. ¿Os suena de algo? "Greenland: el último refugio" es una película propia de la productora Asylum o de esas que proyectan los sábados por la tarde, solo que con mayor presupuesto.

Respecto al vergonzoso guion mejor no digo nada porque eso de poner al protagonista como casi divorciado para que en el rescate se reconcilie con su mujer, te lo hueles desde la primera escena. Y ya puestos a ser delirante, hagamos que el hijo sea diabético para que la búsqueda de la insulina sea algo tan emocionante como una promo de "Maestros de la costura".

Una película previsible, que funciona a golpe de tópicos y que te regalará la mejor de las siestas.