Si nos abstraemos del concepto "Mad Max" a lo largo de la saga, incluso si olvidamos el cine de acción en general, este "Mad Max 2. El guerrero de la carretera" es una película espectacular. Y cuando digo espectacular, el adjetivo está escogido con cuidado: espectáculo. Porque eso es lo que significa la segunda entrega de la saga: un auténtico espectáculo sin condicionantes dramáticos que la lastren ni la empujen. La trama de "Mad Max 2. El guerrero de la carretera" es simple: sobrevivir yendo del punto A al punto B (una trama que Miller repitió en "Mad Max. Fury Road". O por decirlo de otra manera: simplificar la historia y centrarse en el objetivo que no es otro que el de ofrecer acción y buen cine. Aquí poco importa ya donde queda la esposa de Max, que ha sucedido entre la primera y la segunda entrega o cual es el objetivo de Max en un mundo sin futuro. Tampoco se nos explica porque la sociedad ha pasado del futuro cercano de "Mad Max. Salvajes de autopista" a este futuro apocalíptico. Miller se deshace de todo eso y se centra en lo importante: la acción.

Decir que "Mad Max 2. El guerrero de la carretera" es un espectáculo vacío sería no entender lo que es el cine. Podemos cargar dramáticamente las tintas en una película de acción pero si no hay acción, la cosa no funciona. Podemos hacer acción por acción y si hay una base, por mínima que sea, la cosa funciona. Y en esa liga juega Miller, quien aprovecha que su anterior película la rodó tan solo dos años antes y confía que la gente conozca ya el background de Max, con lo que si lo junto con un prólogo donde explica algunas cosas, ya no necesita lastrar la película con más explicaciones de las necesarias. Cierto es que mete algunas cosas en algunos personajes a fin de convertirlos en recursos dramáticos (sobre todo cuando mueren) pero eso no es mas que un poco de picante en un plato que ya era picante.

"Mad Max 2. El guerrero de la carretera" va a lo que va y lo consigue de sobras. Recuerdo cuando fui a ver esta película al cine y salí completamente alucinado. Miller no solo había conseguido aumentar la acción de "Mad Max. Salvajes de autopista" por cien sino que había hecho una película de acción que en esa época (principios de los 80s) era impensable y que a día de hoy sigue siendo vigente. Porque si veis hoy en día esta película, os va a gustar tanto si tenéis 15 como 60 años.

Otro aspecto que me maravilla es la forma en que está rodada, con una elegancia infinita, los encuadres perfectos, la fotografía perfecta, esos zooms loquísimos que funcionan siempre. Por poner dos ejemplos: fijaos como está rodada la escena cuando Max está preparando su coche en el garaje para irse del poblado (los encuadres son propios de Kubrick) o cuando Max escapa en plena noche con los bidones de agua para ir a busca el camino (ese contrapicado...). Con esto quiero decir que en "Mad Max. El guerrero de la carretera" hay mucho de buen cine y un salto qualitativo respecto a su predecesora (rodada dos años antes).

Si ves "Mad Max. El guerrero de la carretera" comprendes porqué "Mad Max. Fury Road" es una de las mejores películas de acción de toda la historia pues la base de lo que es el gran cine de acción post apocalíptico se gestó en esta película. Y conste que, aunque "Mad Max. Fury Road" es una maravilla infinitamente superior a ese "Mad Max. El guerrero de la carretera", para mí esta segunda entrega sigue siendo la mejor de la saga. Llamadlo nostalgia, puede que sea eso.