Lo mejor de "El gangster" es que prefiere explicar con pausado ritmo la tragedia cotidiana de un ladrón de bancos que comienza robando por necesidad y a quien el protagonismo en los medios de comunicación convierte su personalidad en una lucha entre su fantasioso ego y su preocupante realidad y prefiere todo esto a un vacío espectáculo de atracos de bancos o gangsters. La construcción que hace Scott Speedman del personaje es sorprendentemente buena (al igual que los secundarios, en especial Brian Cox y Kevin Durand), la película es entretenida y, a pesar de no contar demasiado (en cuanto al núcleo de la historia), lo hace buscando mas los personajes que las situaciones. La controvertida personalidad de Edwin Boyd es interesante, está bien contada y la modestia con que lo hace es algo que le aporta una patina de verosimilitud que ayuda a entender una época y un lugar. Recomendable para fans del cine de época o de ganster y para el resto... recomendable con reservas (no deja de ser una película de género).