Película que se desarrolla en el contexto de los inicios de la II Guerra Mundial, en un pequeño y tranquilo pueblo de la costa siciliana. Renato (Giuseppe Sulfaro) es un chico pantalones cortos que vive con sus padres una vida bastante normal, hasta que consigue como regalo una bicicleta.

Con ella es “aceptado” por sus pares, los cuales admiran la sensualidad de Malèna (Monica Bellucci), y bueno, son adolescentes con las hormonas por los aires (nah, pero si los mayores son iguales), cuando Renato la conoce -de vista- decide comportarse no como el resto de personas del pueblo, sino que de verdad se llega a enamorar.

El problema no es solo la diferencia de edades, o que Malèna nunca se da cuenta de la existencia de este chico, o la competencia del resto de pueblerinos, el problema mayor es que ella está casada con Nino Scordia (Gaetano Aronica), un tipo que sin embargo está ausente pues se encuentra batallando en el áfrica oriental.

De esta forma vemos como Renato cae prácticamente en una obsesión por la bella Malèna, la espía, la sigue a todas partes, se convierte en su amor platónico y más importante para la trama, se convierte en la única persona que de verdad conoce las circunstancias que la movieron a comportarse de cierta forma en el transcurso del film.

¿Qué decir de Tornatore respecto a este film? Para empezar, el italiano es un realizador que para entonces ya estaba totalmente posicionado como un director de un nivel extraordinario, y aquí sigue confirmando que lo es. Mostrando en el film su refinado y característico lenguaje cinematográfico, además de su mezcla entre el drama y la comedia.

Genial película, sólida, divertida, sensual, tensa, agresiva, emotiva, impactante, una obra muy bien llevada y que no defrauda en ningún momento.