Los inicios de este extraordinario director sueco, su segundo film tras Kris (Crisis, 1946) estrenada meses antes en ese mismo año de 1946.

En esta película Bergman muestra las peripecias de una pareja recién formada, donde ambos buscan reiniciar sus vidas tras un pasado algo complicado, en este caso unidos por el amor buscan salir adelante.

Si bien el film en varios momentos peca de inocente en ciertos momentos de la trama, cuestión entendible por ser de los primeros trabajos de Ingmar y la presión de llevar este y la otra película ya mencionada a la pantalla grande.

En síntesis una obra agradable y entretenida, con un mensaje de fondo bastante positivo de redención ante los problemas, buenas actuaciones y en algunos momentos con una cierta dosis de humor.