Seguramente ya conozcáis el argumento de "Dexter". Un forense especialista en salpicaduras de sangre que en su tiempo libre se dedica a asesinar premeditadamente a personas que se lo merecen, saciando así su instinto asesino cumpliendo, eso sí, el código de Harry, su padre adoptivo.

Lo que más sorprende de esta serie es su amoralidad y su falta de melodramatismo, tan común por otra parte en las series americanas. La serie parece tener una perspectiva semejante sobre la historia, tan fría y contenida como la del propio Dexter. Frialdad, esa es la palabra que mejor define globalmente, junto la anteriormente citada amoralidad. Por el contrario que puede parecer, no se trata de apologizar el "ojo por ojo", sino de lo que un producto de la barbarie humana es capaz de hacer y, pese a ello, caernos simpático.

Desde el punto de vista narrativo es un prodigio. Es capaz de mantenernos pegados a la silla con el solo pasar de las escenas, no solo enganchados por el "qué pasará" (caso de "Prison Break", "Perdidos" etc., series en que la continuidad puede con todo), sino por el embelesamiento que causa cada momento de la serie. Todo está donde tiene que estar, todo aparece donde tiene que aparecer y de la manera debida. Estéticamente eficaz, perfectamente interpretada. Genial. Me atrevo a decir que es la mejor serie (no animada) que he visto. Sigo en el spoiler.