El legado cinematográfico del orondo cineasta inglés forma parte de la historia del arte del siglo XX. No es disparatado señalarle como uno de los cinco mejores directores de todos los tiempos y la complejidad y riqueza de su obra ha merecido todo tipo de sesudos estudios.

La inmensa bibliografía que su figura ha provocado conoce de dos referencias esenciales; la artística con su legendaria entrevista con Truffaut, y la personal concentrada en la ya histórica biografía de Donald Spoto "Hitchcock:la cara oculta del genio" en la que recreaban los aspectos más misteriosos y hasta escabrosos que rodeaban a una de las personalidades más enigmáticas del arte contemporáneo.

Cualquier acercamiento al maestro ha venido condicionado por esa imagen de hombre atormentado cuyas películas servían de catarsis a sus demonios internos, el triunfador lastrado por sus complejos no superados de aspecto físico y obsesiones sexuales no correspondidas (sus famosas rubias), el morboso explorador de los aspectos más siniestros de la condición humana vistos desde un peculiar sentido del humor. La película de Gervasi no es ajena a esta visión esterotipada del genio del suspense. Nos habla de su lucha por levantar un proyecto a simple vista inviable, de la única e irrepetible relación con la auténtica mujer de su vida, esa confidente revelada como el único ser humano capaz de entender al artista, de ser su apoyo en los momentos claves y aportar su talento creativo siempre a la sombra del presunto gran hombre.
"Hitchcock" entretiene siempre y fascina a ratos. Nos sumerge con acierto en la gestación de una de sus obran más conocidas y emblemáticas "Psicosis" a través de la cual se manifiesta la peculiar relación entre el director y su esposa. Al frente del reparto dos grandes: Hopkins y Mirren, excelentes por descontado, aún con el cantoso maquillaje del primero y la falta de parecido físico con la auténtica Alma Reville de la segunda. También muy logradas están las rubias Hitchcokianas, tan estimulantes que uno llega a comprender la fijación del cineasta.
No es una obra maestra pero cumple con creces sus objetivos.