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España España · Aranda
Voto de Larrory:
10
Drama Don Jaime (Fernando Rey), un viejo hidalgo español, vive retirado y solitario en su hacienda desde la muerte de su esposa, ocurrida el mismo día de la boda. Un día recibe la visita de su sobrina Viridiana (Silvia Pinal), novicia en un convento, que tiene un gran parecido con su mujer. Basada libremente en la novela "Halma", de Benito Pérez Galdós. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi propósito al participar en este foro no es verter una opinión más sobre Viridiana, sino denunciar la mutilación que padece su cinta en este país.
Por lo demás, así como antaño se decía "Es de Lope" para ponderar la excelencia de cualquier obra... aunque no fuese de Lope, basta con decir que Viridiana "Es de Buñuel". Entre los grandes genios del arte cinematográfico, Buñuel por delante de todos los demás. Muy en particular, todas las realizaciones supuestamente menores de su etapa mexicana son estupendas obras maestras que, puestos a hacer valoraciones comparativas inter-hispánicas, superan a lo más granado de los Neville, Berlanga, Bardem, Amenábar & Co.
Pero a lo que íbamos. Quiero levantar el grito al cielo de los cinéfilos por el infame trato al que sigue siendo sometida Viridiana en España, tanto en sus pasajes televisivos como en las distintas grabaciones que circulan en VHS, DVD o Blue Ray.
Estos son los horrendos hechos:
En el curso de la cena de los mendigos, una de las comensalas alerta a un vejete barbudo sobre la poca vergüenza de la Enedina y el Paco que andan buscando setas detrás del sofá. En la versión original auténtica el vejete barbudo da un puñetazo a la mesa y contesta:
"Déjalos que pequen, eso es bueno para mejor arrepentirse después"
Esta soberbia réplica, una de las más enjundiosas de la historia del cine, ha resultado a todas luces demasiado perturbadora para la gazmoñería española, o cuando menos para la de los poseedores de los derechos de distribución de la película en España.
De modo que la réplica ha sido trabucada a posteriori (se percibe nitidamente el trastrueque al que ha sido sometida la banda sonora). El resultado de la manipulación constituye un insulto a Buñuel, una ñoñería sosona que no viene a cuento y que reza así:
"Deja que se peguen, eso es bueno para mejor hacerse amigos después"
Que a estas alturas se perpetúe tal desafuero podría considerarse como mero indicio de la dejadez y el poco esmero que cunden entre los que manejan el material cinematográfico en España.
Yo más bien creo que sigue metiendo miedo la fuerza demoledora de una voz que no ha perdido un ápice de su poder de subversión. No en vano era Buñuel un ferviente admirador del divino Marquis de Sade.
Larrory
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