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Voto de Uma:
5
5.6
7,253
Drama. Romance
Ren (Kevin Bacon), un adolescente recién llegado de Chicago, se ha mudado con su familia a un pequeño pueblo del medio oeste donde el estricto pastor Shaw Moore (John Lithgow) ha prohibido el baile a los jóvenes. Pero Ren, que además de rebelde es un entusiasta de la música, intentará por todos los medios acabar con esa prohibición, al tiempo que se enamora de Ariel (Lori Singer), la hija de Moore. (FILMAFFINITY)
18 de mayo de 2010
11 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas cuyo envoltorio las situa en el Olimpo, y otras a las cuales condena al Infierno. Muchas veces, ni unas ni otras lo merecen. Lo triste de este hecho empírico, es que nos da a entender que muchas veces somos muy superficiales al valorar las obras. Estamos en nuestro derecho, no cabe duda, y ante todo el cine nos entra por las vísceras.
Siguiendo al hilo del sentencioso inicio de este texto, me atrevo a decir que muchas críticas que leo en esta página respecto a Footloose, son un tanto superficiales, y no aciertan a ver más allá de su look. Ciertamente el look está pasado de moda. En su momento (1983) fue una virtud, y la situó como un éxito de taquilla. Hoy, ese look, es un desastre, y más para los que no vivieron la década de los ochenta. Para ellos, el infierno es el lugar idóneo para esta película prehistórica.
Sin embargo, más allá de la estética, la película tiene algunas virtudes que, para Uma, la sostienen 27 años después de su estreno. Lo más relevante es el guión. Analizado en profundidad, es un excelente ejemplar de guión clásico, en todos sus aspectos. Sobre una pizarra, podría utilizarse en un master de guión para dar clases a los alumnos de pulcritud y eficacia en la escritura de cine: presentación, nudo y desenlace. Conflico externo (prohibición de bailar y reacción ante ello), que condiciona los diferentes conflictos personales (amorosos, generacionales). Tramas y subtramas que se complementan y se alimentan. Escala de valores, y en ella, ubicación de protagonistas y antagonistas. Secundarios positivos y secundarios negativos, todos ellos con su aportación al avance de la acción (ninguno sobra ni excede a su cometido). Elementos de comedia y de drama intercalados. Héroes que mueven al grupo hacia un cometido. Antagonistas que hacen lo mismo. Combate entre las fuerzas rivales y climax que, al tratarse de una comedia, resuelve con un derroche de optimismo, a la vez que ata todos los cabos, solventando conflictos personales y externos de un modo casi mágico (la comedia tiene estas cosas). Y final.
En Footloose, la ejecución de las claves básicas del guión clásico es más que aceptable, y es además valiente, pues no escatima algunas de las mayores dificultades de este tipo de estructura, como por ejemplo el entrecruzar a todos los personajes, de modo que todos los personajes importantes tienen al menos una secuencia de diálogo unos con otros, secuencias siempre aclaradoras y dinamizadoras de la acción, por tanto no gratuítas.
Siguiendo al hilo del sentencioso inicio de este texto, me atrevo a decir que muchas críticas que leo en esta página respecto a Footloose, son un tanto superficiales, y no aciertan a ver más allá de su look. Ciertamente el look está pasado de moda. En su momento (1983) fue una virtud, y la situó como un éxito de taquilla. Hoy, ese look, es un desastre, y más para los que no vivieron la década de los ochenta. Para ellos, el infierno es el lugar idóneo para esta película prehistórica.
Sin embargo, más allá de la estética, la película tiene algunas virtudes que, para Uma, la sostienen 27 años después de su estreno. Lo más relevante es el guión. Analizado en profundidad, es un excelente ejemplar de guión clásico, en todos sus aspectos. Sobre una pizarra, podría utilizarse en un master de guión para dar clases a los alumnos de pulcritud y eficacia en la escritura de cine: presentación, nudo y desenlace. Conflico externo (prohibición de bailar y reacción ante ello), que condiciona los diferentes conflictos personales (amorosos, generacionales). Tramas y subtramas que se complementan y se alimentan. Escala de valores, y en ella, ubicación de protagonistas y antagonistas. Secundarios positivos y secundarios negativos, todos ellos con su aportación al avance de la acción (ninguno sobra ni excede a su cometido). Elementos de comedia y de drama intercalados. Héroes que mueven al grupo hacia un cometido. Antagonistas que hacen lo mismo. Combate entre las fuerzas rivales y climax que, al tratarse de una comedia, resuelve con un derroche de optimismo, a la vez que ata todos los cabos, solventando conflictos personales y externos de un modo casi mágico (la comedia tiene estas cosas). Y final.
En Footloose, la ejecución de las claves básicas del guión clásico es más que aceptable, y es además valiente, pues no escatima algunas de las mayores dificultades de este tipo de estructura, como por ejemplo el entrecruzar a todos los personajes, de modo que todos los personajes importantes tienen al menos una secuencia de diálogo unos con otros, secuencias siempre aclaradoras y dinamizadoras de la acción, por tanto no gratuítas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Además, y uno de los puntos más importantes, una vez dada la propuesta inicial, la acción siempre es creíble y no rompe nunca las claves de la verosimilitud, un detalle que parece que muchos cineastas actuales han olvidado. El puzzle encaja, y su grado de complejidad, dentro de los cánones de lo clásico, es elevado, pues mueve un número importante de elementos, aumentando la dificultad del ejercicio. Interpretaciones, música, ambientación, etc., son elementos que una cinematografía como la americana trabaja desde hace ya mucho con mucha corrección sin despeinarse, con unos estandares de calidad muy alta.
Luego, la carne que rellena este esqueleto estructuralmente sólido, tendrá más o menos encanto, será más o menos inspirada, más o menos ingeniosa. Ahí entra el gusto de cada uno, que sobre eso no hay nada escrito. Demos al diablo lo que es del diablo. Estamos ante una película sólida. No es original, no es innovadora, su creatividad es limitada. Tiene un barniz más pasado que el Seat 131 Supermirafiori. Pero se sotiene porque sus cimientos estan bien construidos.
Luego, la carne que rellena este esqueleto estructuralmente sólido, tendrá más o menos encanto, será más o menos inspirada, más o menos ingeniosa. Ahí entra el gusto de cada uno, que sobre eso no hay nada escrito. Demos al diablo lo que es del diablo. Estamos ante una película sólida. No es original, no es innovadora, su creatividad es limitada. Tiene un barniz más pasado que el Seat 131 Supermirafiori. Pero se sotiene porque sus cimientos estan bien construidos.